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DOBLE LLAVE – Según una investigación de un grupo de científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), los preadolescentes que se mantienen expuestos a los hidrocarburos policíclicos aromáticos (HPA), pueden llegar a sufrir cambios a nivel orgánico, específicamente en el área de cerebro.
Los expertos señalan que el HPA es un contaminante que se produce a partir de la combustión incompleta de materia orgánica. Las fuentes de los hidrocarburos policíclicos aromáticos son muy diversas, pero se destacan los combustibles fósiles, el humo de tabaco, los benzopirenos, los residuos producto de la comida cocinada a la brasa y la biomasa.
El estudio fue publicado en Environment International y el ISGlobal realizó el trabajo en colaboración de la Obra Social «la Caixa».
Marion Mortamais, investigadora del ISGlobal señaló que la Unión Europea ha establecido límites en lo referente a la exposición de HPA y el mismo equivale a mil picogramos, por metro cúbico. Sin embargo, esta medida aún no solventa los problemas subclínicos derivados estos elementos contaminantes.
Por otra parte, Mortamais señala que los benzopirenos son los agentes más dañinos del HPA, ya que los mismos pueden producir cáncer.
Asimismo, la doctora señala que se realizó un estudio con un grupo de al menos tres mil niños, que fueron expuestos a unos niveles controlados del HPA, por un año. La intención era medir el impacto de este agente contaminante en el desarrollo el desarrollo cognitivo de los infantes, es decir, evaluar los posibles cambios que se producían en su coeficiente intelectual, memoria o desempeño académico.
La investigación arrojó que una exposición constante puede producir desde la muerte de células del cerebro, hasta cambios estructurales del principal órgano nervioso, lo que pueden derivar en un problema de déficit de atención e hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés).
Bárbara Méndez / @barbie_zml
Con información de NTN 24
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