DOBLE LLAVE – De acuerdo con el doctor en ciencia y tecnología cosmética, Pedro Catalá, el estrés tiene graves consecuencias en la salud del órgano más sensible y delicado del cuerpo; la piel, como la deshidratación de la misma y obstrucción de poros.
Los síntomas más comunes para identificar una piel estresada son: falta de luminosidad y tono apagado de la piel, líneas de expresión, rojeces y molestos picores cuando se exponen a fuertes cambios emocionales o de temperatura y, en muchas ocasiones, granos y brotes de acné.
Existen también otros factores como los problemas dermatológicos que a veces no tienen una carga genética suficiente para expresarse clínicamente de manera espontánea como la dermatitis seborreica, el acné o la psoriasis que son síntomas en ocasiones de situaciones constantes de presión.
¿Cómo evitar los síntomas?
“Los síntomas desaparecen o mejoran apenas nos sintamos mejor, por eso lo recomendable es intentar no perder la calma”, sostiene Catalá quien agregó que es importante desestresarse con ejercicios de relajación y oxigenación.
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Gabriel Velásquez
Con información de medios internacionales
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