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DOBLE LLAVE – La visita del candidato a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump a México dejó un sabor amargo al país, ya que no sólo se reafirmó en su idea de construir un muro en la frontera, sino que también se las arregló para tomar las riendas durante la comparecencia conjunta con Enrique Peña Nieto ante la prensa.

Para los analistas, la reunión no era necesaria y fue un error por parte de Peña Nieto, quien voluntariamente invitó a Trump a Los Pinos, su residencia oficial, para entablar diálogo.

Lo advirtieron los políticos desde que se anunció la inesperada reunión. Peña Nieto corría un mayor riesgo dada su hundida popularidad como presidente, con tendencia a la baja, mientras que el magnate neoyorquino dio un giro espectacular en su campaña, en la que hasta ahora ha apostado prácticamente todo a la mano dura contra la inmigración ilegal.

Trump  expresó: «Tengo un gran sentimiento y afecto por los mexicanos, no sólo por su contribución al país. Doy empleo a muchos». Después de eso, arremetió con la defensa de construir barreras físicas para defender la frontera, todo frente al mismísimo Peña Nieto.

Aunque el mandatario hizo alusión a que los problemas en la frontera no provienen sólo de México, su discurso no tuvo la contundencia esperada por un país que exigía, como mínimo, unas disculpas públicas por parte de Trump, considerado un enemigo.

Trump, desde hace días, ha suavizado sus mensajes en el tema migratorio en un intento no tanto de acercarse a los hispanos y otras minorías, según los analistas, sino de recuperar al votante blanco al que ha ahuyentado con sus declaraciones xenófobas.

Peña Nieto ha sido llamado traidor por algunos. Horas después del encuentro, publicó en Twitter un mensaje en que aseguró que le dejó claro al republicano que México no iba a pagar ningún muro, pero los analistas consideran que eso debió decirlo frente a la prensa en su discurso.

Horas antes

Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de EE.UU., y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, sostuvieron este miércoles una tensa reunión para discutir los asuntos migratorios de ambas naciones, especialmente la construcción de un muro en la frontera.

En la posterior rueda de prensa, Trump aseguró que es necesario construir una barrera física entre ambas naciones para limitar el ingreso de inmigrantes ilegales. Destacó que es un “derecho de cada país” proteger sus fronteras.

Por su parte, Peña Nieto manifestó su deseo de convertir a la frontera en un “activo” para ambas naciones, de la misma manera que ratificó su obligación y deseo de proteger a los mexicanos donde quiera que se encuentren. “Los mexicanos son gente honesta, trabajadora, que respeta la familia y que ayudan al desarrollo de Estados Unidos”, dijo el mandatario.

Varias manifestaciones se registraron en la capital mexicana a causa de la visita del estadounidense, famoso por los ofensivos comentarios que ha realizado contra los inmigrantes de su hermano país. Mientras que algunos ex presidentes mexicanos han criticado a Peña Nieto por celebrar la reunión a puertas cerradas.

El presidente mexicano también invitó a Hillary Clinton para conversar sobre sus relaciones bilaterales.

María Cordero y Miguel Rivero

Con información de dpa y agencias.

Fotografía REUTERS/Henry Romero.

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