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DOBLE LLAVE – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició sus labores ejecutivas retirando a su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica o Trans-Pacific Partnership (TPP), cumpliendo así con una de las promesas que hizo durante su campaña. De esta manera, la nación sale de un ambicioso tratado en el que participan tres países latinoamericanos: Chile, México y Perú.
El TPP, hasta entonces conformado por 12 naciones, representa el 40% de la economía mundial; además, el expresidente de EE.UU Barack Obama, empleó 7 años de su gestión negociando temas centrales en materia de comercio exterior. Con este acuerdo internacional, los países firmantes tienen la posibilidad de rebajar sus barreras comerciales, establecer procedimientos de arbitraje entre naciones diferentes (en casos de inversiones), así como un marco común de propiedad intelectual, entre otros.
Entre las razones que expuso el nuevo ejecutivo estadounidense dijo que el TPP era «un desastre potencial para el país»; fundamentó sus palabras explicando que dañaría al sector manufacturero. Más adelante, añadió: «Lo que acabamos de hacer es una gran cosa para los trabajadores estadounidenses«.
Aún el tratado no ha entrado en vigor, pues falta la ratificación de los países que lo negociaron: Australia, Canadá, Japón, Malasia y Nueva Zelanda.
Otras órdenes ejecutivas
Aparte del retiro de EE.UU. del TPP, Trump aprobó otras dos medidas ejecutivas:
- El cese de contrataciones del gobierno federal (exceptuando las realizadas por las Fuerzas Armadas).
- La prohibición de que las ONG internacionales que apoyan la legalización del aborto como método de planificación familiar, los realicen u ofrezcan información acerca de este método, reciban fondos federales.
Antes de hacer oficiales las tres órdenes, el mandatario se reunió con los representantes de grandes compañías estadounidenses –entre las que figuran Lockeed Martin, Whirpool, Tesla y Johnson & Johnson– para advertirles de sus intenciones de elevar los impuestos de aduana a las empresas que trasladen sus fábricas fuera del territorio estadounidense. «Vamos a recortar las regulaciones de forma masiva», dijo.
Además, prometió reducir la tasa de impuestos corporativos desde el actual 35% a 15% o 20%; sin embargo, también reiteró su intención de no subir los impuestos sobre los productos importados siempre y cuando las empresas se queden en el país.
Andreina Gutiérrez Romero
Con información de BBC
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