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DOBLE LLAVE – Desde hace algunos años las relaciones diplomáticas entre Washington y Caracas no han sido las mejores por diferencias en los discursos políticos y otras áreas, sin embargo los negocios unen a ambas capitales siendo Estados Unidos el primer cliente petrolero de Venezuela.

La victoria electoral de Donald Trump, el pasado 8 de noviembre, es algo que sorprendió al mundo, especialmente a la región, por su actitud para con los habitantes de Latinoamérica y aunque el republicano ha hecho énfasis en México, el tricolor también ha sido mencionado por el Jefe de Estado incluso antes de llegar al poder.

Durante su campaña presidencial el nombre del país suramericano fue mencionado varias veces por Trump, una de ellas ocurrió en Miami, Florida, durante el mes de septiembre donde dijo que Venezuela es “un lugar hermoso, vibrante y maravilloso” pero que estaba teniendo problemas y por eso el “próximo mandatario de EE.UU. debía mantenerse solidario”.

A tan solo diez días de la llegada del empresario a la Casa Blanca, el presidente venezolano, Nicolás Maduro afirmó que quería tener “unas relaciones de respeto, altura y cooperación con el gobierno de Estados Unidos”.

Siempre presente

Se ha sabido por comunicados oficiales que el mandatario norteamericano ha conversado de la situación venezolana con los presidentes de Panamá, Juan Carlos Valera – el 20 de febrero -, de Perú, Pedro Pablo Kuczynski a quien recibió personalmente en Washington el 25 de febrero, con Michelle Bachelet, de Chile y Michel Temer de Brasil el 20 de marzo.

Respecto a toda esta situación, ‎la internacionalista Elsa Cardozo expresa que el interés que ha demostrado Trump se debe a que “la situación venezolana es difícil de disimular por lo grave que es, tanto para los venezolanos como para el vecindario por los problemas que genera un país que está así”.

Mariano de Alba, abogado especialista en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, concuerda con Cardozo, añadiendo que otro factor son las relaciones cercanas de Trump con personas que conocen la situación de Venezuela, “y aunque el tema no es prioritario  en la agenda de la Casa Blanca, sin duda alguna sí es un tema que el gobierno estadounidense reconoce es de preocupación regional y por eso lo mencionan en todas las llamadas. Es un tema que dada la gravedad de la crisis puede servir como un puente inicial para acercar posiciones entre Trump y el resto de los países de América Latina”, asegura.

Trump – Tintori

De izquierda a dererecha: Donald Trump, Lilian Tintori, Mike Pence y Marco Rubio

De izquierda a dererecha: Donald Trump, Lilian Tintori, Mike Pence y Marco Rubio

Una de las acciones más comentadas de Trump es la reunión que sostuvo con Lilian Tintori el 15 de febrero en Washington donde pidió la liberación “inmediata” de Leopoldo López. Cabe destacar que la activista de DD.HH. y esposa del político logró conversar personalmente con él antes que algún mandatario de la región.

Éste hecho, para ambos especialistas de la diplomacia, es una señal de lo importante que es el caso y, como detalla De Alba, “es la demostración de la cercanía de varios congresistas republicanos, como Marco Rubio, con el tema Venezuela”. “Ellos han insistido en que el caso venezolano reciba una atención más directa”, menciona Cardozo.

Maduro se mantiene en calma

A pesar de todas las declaraciones que ha dado la Casa Blanca respecto a Venezuela, el presidente Maduro no ha reaccionado en contra de Trump, como en ocasiones lo hizo con su predecesor Barack Obama, mantenido así su palabra de buscar unas buenas relaciones bilaterales.

La internacionalista señala que hay varios factores, el primero es la dependencia económica pues “el dinero que entra no comprometido son dólares provenientes de EE.UU.”. De igual modo piensa De Alba quien menciona un elemento importante: la personalidad del republicano.

“Trump es cambiante y en la medida en que no se insulte o critique existen mayores posibilidades de tener una mejor relación con él y abrir canales de comunicación”, dice el abogado.

La Carta Democrática

En cuanto a la activación de este mecanismo, la internacionalista asegura que la postura de Trump va a influir tanto como los otros países y más que una suspensión, hará una movilización para que se trate el tema desde la Organización de Estados Americanos (OEA) y “que se busque alguna manera de presionar para que en Venezuela se resuelvan los temas que están pendientes, como las elecciones.”

En consonancia con Cardozo, el especialista en Derecho Internacional comenta que la administración de Trump está de acuerdo con la Carta Democrática, pero no está llevando el liderazgo de esa iniciativa. “Eso se demuestra con hechos como que aún no ha nombrado un representante en la OEA ni a un subsecretario de Estado para América Latina. Hay un reconocimiento de que lo más conveniente es ejercer cierta influencia pero más tras bastidores”

No obstante, el jurista hace la salvedad de que, a pesar de las reuniones y múltiples conversaciones con sus homólogos latinos, “el presidente Trump sigue sin establecer una política específica respecto a Venezuela.”

Alejandra Watts

Fotografía REUTERS/Carlos Barria

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