El impacto de las redes sociales es innegable. De un tiempo para acá, la preponderancia que ha adquirido Twitter ha sido tan marcada que ha llevado a las autoridades a prestar especial atención a lo qué se publica en la red social.
María Lluch Sancho, oriunda de Valencia (España), manejaba la cuenta @melodalger, Madame guillotine, en la que tenía 790 followers. El lunes pasado, la Audiencia Nacional la condenó a dos años de prisión por hacer bromas pesadas sobre las víctimas de la banda terrorista ETA.
El tribunal le ha impuesto la pena máxima que pedía la fiscalía atendiendo a la gravedad de sus comentarios, lo cuales, según la fiscalía, “rezuman pura maldad sin paliativos” con “niveles de crueldad, vejación, humillación y falta de piedad de proporciones superlativas”.
En su perfil de Twitter, bajo el seudónimo de Madame guillotine, María publicaba mensajes como “Viva ETA militar. La lucha es el único camino” y una foto donde se leía “Maderos a la guillotina, ETA mátalos”. También contestaba con carcajadas a chistes sobre víctimas de ETA como el alusivo al concejal Miguel Ángel Blanco y al presidente franquista Luis Carrero Blanco: “Voló voló Carrero voló y hasta las nubes llegó. Ay Carrero el primer astronauta español”.
María se burló en varias ocasiones del atentado que la periodista Irene Villa sufrió a los doce años y por el que perdió las dos piernas. “Va, que sé que os gusta. Reírse es bueno”, escribió enlazando a un video con chistes sobre ella.
Samuel Bello
Con información de Gizmodo.
Fotografía Gettyimages.
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