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DOBLE LLAVE – El pasado domingo en Colombia se llevó a cabo un plebiscito en el cual se les formuló a los ciudadanos la siguiente pregunta: “¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?”. Para sorpresa de muchos, el ganador fue el No con un respaldo de 6.430.266 votos, es decir un 50,22%.

La profesora de Política Exterior y Relaciones Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UVC), Raquel Gamus, explica que el resultado de la consulta nacional «representa que la mayoría, por pequeña que fue, no estuvo a favor de los términos del acuerdo de paz, como su participación política y la justicia especial, pues cuesta pensar que hayan colombianos que no estén de acuerdo con la paz«.

En cuanto al futuro y posición de los guerrilleros, juzga que las FARC ya no se pueden echar para atrás. «Pensar que después de todo este proceso vuelvan a las armas es difícil, lo más probable es que se den más conversaciones y negociaciones para que se logre una paz verdadera«.

Según Gamus, la victoria del No demostró que el «uribismo» aún representa una fuerza política que supo manejar la situación y utilizar lo que se considera negativo del acuerdo de paz y eso tuvo eco en un sector importante de la sociedad colombiana.

En cuanto a la alta abstención del proceso, la profesora recuerda que, históricamente, Colombia es un país abstencionista, sin embargo, en muchos casos, la indiferencia también puede significar rechazo por lo que considera que se debe estudiar más a fondo este factor. 

A pesar de la «derrota» que pudo representar el triunfo del No para el presidente Santos, Gamus afirma que en política nada es definitivo y que podría recuperarse según como avance el proceso de conversaciones de ahora en adelante.

«Nadie puede decir que Santos apoya a las FARC o que es un presidente comunista, él hizo lo políticamente conveniente y eso mucha gente no lo entiende. Hay que reconocer que quiso validar un acuerdo que no tenía porque llevarlo a consulta, él tenía la potestad de darle luz verde lo que significó una postura muy democrática», expresa.

Finalmente, resume que el paso a seguir es sentarse a conversar y tratar de llegar a concesiones en las cuales todas las partes estén de acuerdo.

Alejandra Watts

Fotografía REUTERS/Jaime Saldarriaga

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