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DOBLE LLAVE – La diáspora de los venezolanos es un fenómeno que se ha agudizado con el pasar de los días por factores políticos, económicos, y sociales que ya son de conocimiento público. Según la compañía Consultores 21, hasta el último trimestre del año pasado se registraron aproximadamente 4.091.717 criollos que han cruzado las fronteras por diferentes medios en busca de una mejor calidad de vida, reseña el diario El Nacional.

Países de América Latina, como Colombia, Chile, Argentina, Perú, Ecuador, Brasil, México, Panamá, y hasta Costa Rica, son los destinos elegidos por muchos, convirtiéndose el traslado por tierra en la opción más asequible para poder cumplir el objetivo de salir del país y, en paralelo, ahorrar dinero que será reservado para la estadía en el lugar de destino.

Bien sea por vía terrestre o aérea, emigrar es un proceso que requiere de mucha preparación psicológica, de fuerza de voluntad, y de sentido común para evitar situaciones inesperadas que le sumen estrés al viaje.

Si tiene decidido o está pensando emigrar y su destino es Chile, tome nota de la bitácora de Anderson Malavé, un ingeniero en Informática, de 25 años de edad, oriundo de Carúpano, estado Sucre, que emprendió su viaje desde Charallave, Miranda, con ocho días de trayecto -específicamente desde el 25 de septiembre al 2 de octubre de 2017-, hasta la república sureña.

El viaje

Los avances tecnológicos sirven para saber qué sucede al otro lado del mundo, así como mantener contacto con quienes están a kilómetros de distancia; a través de varias conversaciones por WhatsApp contó su travesía que comenzó en el Terminal de Pasajeros de Charallave, hacia el terminal de la capital del Estado Táchira.

“Salí a las seis de la tarde directo hacia San Cristóbal y llegué alrededor de las siete de la mañana al terminal”, dijo, al tiempo que recomendó no dejarse convencer por cualquier persona que haga traslados hacia la frontera, pues, algunos,  hacen el viaje con sobreprecio o cometen actos de vandalismo en el trayecto. Una vez ahí, sugiere tomar unidades de transporte por puesto, o una línea de taxi con vehículos que prestan servicio hacia la frontera.

“Tomé un bus y recuerdo que el pasaje me costó cuatro mil bolívares (…) Los taxis en ese momento costaban 20 mil, pero lo bueno es la rapidez del viaje”, apuntó.

Aconseja llegar temprano a la frontera en San Antonio, preferiblemente antes de las nueve de la mañana, para evitar el cardumen de personas que se encuentran en la misma gestión. En el lugar verán una sede del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), en la cual deberán solicitar una planilla, llenarla con los datos personales, y luego cancelar. Al pasar esta primera alcabala, los funcionarios sellarán el pasaporte con la salida de Venezuela, para luego emprender la caminata hacia el Puente Internacional Simón Bolivar.

“Saliendo del puente se verá un anuncio que dice ‘Bienvenido a Cúcuta’, a mano derecha se encuentra Migración Colombia, y para poder sellar la entrada se debe adquirir un pasaje en autobús hacia el Puente Internacional de Rumichaca, la frontera de Colombia con Ecuador, en caso de ir a Chile, y luego dirigirse a Migración con el pasaporte para sellar la entrada”, explicó.

El viaje desde este punto hasta Rumichaca fue de aproximadamente dos días. Al bajar del bus, continúan los sellos; se impregna en el pasaporte la salida de Colombia, y al pasar el puente, se hace lo mismo con la entrada a Ecuador, por supuesto, en las oficinas de migración que se encuentran en el lugar. Cerca de esta sede se puede cancelar un taxi, que para ese entonces costó un dólar por persona, hacia la ciudad de Tulcán, la primera región del país. En el Terminal Terrestre de Tulcán se toma un autobús hacia Guayaquil, el viaje dura un día.

“El terminal de Guayaquil parece un aeropuerto. Al llegar lo mejor es tomar la línea de buses llamada Civa, que va directo a Lima, Perú, con servicio de cena y desayuno incluido, con un costo de $50”, dijo, destacando la comodidad del servicio.

Este autobús desembarcará en el Terminal Terrestre Plaza Norte de Lima, en el cual se puede tomar otra unidad de transporte de la misma línea hasta Tacna, una ciudad ubicada al sur que limita con Chile. Para ese momento el costo del pasaje fue de $39 y también incluyó las dos comidas. Una vez en este punto, se debe embarcar un transporte hacia la frontera con Chile, allí nuevamente se sella el pasaporte.

“En Tacna se toman unos carritos por puesto que te llevan hacia la frontera a sellar el pasaporte (…) Allí los funcionarios de migración pueden pedir que muestres con cuánto dinero entras al país, lo mínimo son $500. En el lugar sellan una lista con el nombre de los ocupantes del vehículo, chequean el pasaporte, y las maletas pasan por rayos x”, explicó.

Al culminar estos procedimientos migratorios, el vehículo continúa hasta Arica, ciudad portuaria ubicada al norte de Chile. En el lugar se encuentra el Terminal Internacional de Arica, en donde parten buses ejecutivos hacia Santiago, “el trayecto más duro”, con viaje de 36 horas, con desierto y con mucho calor. El costo del traslado fue de $48.

“Durante todo el viaje solo nos pudimos bañar tres veces, y disfrutar de un almuerzo en cada país”, dice contando su experiencia en plural, pues, durante el viaje, conoció a varios venezolanos que se convirtieron en sus compañeros de travesía.

Las recomendaciones del viajero

  • Los buses en Colombia hacen paradas en sitios turísticos donde hay servicio de ducha gratuito, y locales de venta de comida. ¡Aprovéchalos para asearte! De Guayaquil a Lima también hay parada para ducharse, comer y abastecerse.
  • En Perú cobran sobre equipaje, el peso del equipaje debe ser de 20 a 25 kilogramos para no cancelar el sobrepeso.
  • Los documentos, como los antecedentes penales, la partida de nacimiento, los papeles universitarios, laptop o la cámara, debe llevarse en el maletín de mano.
  • Para el paso por Colombia, y parte de Ecuador, recomienda abastecerse con comida ligera; galletas, un termo de agua de varios litros, productos untables, panes y otros rubros, pues, a su juicio, adquirirlos durante el trayecto puede salir costoso.
  • Llevar pastillas para los vértigos, para el malestar estomacal, para el dolor de cabeza, o para el malestar general.
  • Tomar en cuenta los cargadores portátiles para el teléfono, a pesar que algunos autobuses brindan la posibilidad de cargar el móvil. El servicio de WiFi dependerá de las líneas de autobuses.
  • Sugiere comprar una línea telefónica al llegar a Chile, puede ser en Arica, para mantenerse comunicado. Es importante tomar una foto a la caja del teléfono, en donde se vea el serial para homologar el dispositivo con esos datos, más el código IMEI, para que el dispositivo pueda leer el chip. El formulario para el trámite, que es totalmente gratuito, se descarga a través de esta página: http://ingeaudit.cl/personas-naturales/
  • Aconseja tener paciencia por el trajín, así como usar ropa deportiva, holgada, cómoda, que sea confortable y que no sume estrés al trayecto.
  • En Tacna, ciudad que limita con Chile, hay posibilidad de aseo en el terminal. Allí recomienda colocarse ropa un poco más casual, y no informal, para evitar llamar la atención de los funcionarios de migración en la entrada a Chile.

La cuenta

  • Cúcuta – Rumichaca – Tulcán $96
  • Tulcán – Guayaquil $17 (Expresos San Cristóbal).
  • Guayaquil – Lima $50 (Expresos Civa con escala en Piura).
  • Lima – Tacna $39 (Expresos Tepsa).
  • Tacna – Arica $11 (Taxi 25 min de viaje).
  • Arica – Santiago de Chile $48 (Expresos Pullman).
  • Total en pasajes: $261
  • Comida + agua + otros gastos: $25
  • Costo total del viaje: $286

Evany Sandoval.

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