No obstante, el científico Sinc Ryan Truby, titular del Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering de Harvard y uno de los autores del estudio, explicó que “muchos grupos de investigación de todo el mundo están interesados en la creación de robots hechos de materiales blandos, pero estos sistemas todavía requieren fuentes de energía y electrónica convencionales que dificultan su desarrollo y sus posibles aplicaciones”.
Pero, ¿para qué la creación de un robot blando? Como un mecanismo que ayude a facilitar los trabajos de biomedicina y tecnología portátil que desarrollan aplicaciones importantes, lo que convierte su creación en un amplio reto. Para llegar a este punto, Truby indicó que pasaron “mediante el uso combinado de un combustible peróxido de hidrógeno y un circuito lógico de microfluidos, que permitió hacer un robot blando autónomo sin necesidad de recurrir a las fuentes de energía ni a los sistemas electrónicos típicos”.
Impresión 3D concentrada
El científico Sinc Ryan Truby señaló que en la fabricación de Octobot se usó una mezcla de litografía blanda, piezas de fundición y una novedosa técnica de impresión 3D concentrada que lleva por nombre: EMB3D.
“En total, hemos utilizado tres tipos diferentes de materiales para hacer el robot: PDMS, un caucho de silicona común; un gel al que llamamos ‘tinta fugitiva’, usada para imprimir las redes actuadoras del dispositivo, y reservorios de combustible. También hemos incluido una tinta catalítica que transporta partículas de platino que se convierten en catalizadores para la descomposición de combustible”, explicó Truby.
La versión actual del robot blando tiene una autonomía de 10 minutos. “Sin embargo, nuestra estrategia de diseño nos permitirá en el futuro que estos robots funcionen con duraciones mucho más amplias, prácticamente del tiempo que se desee”.
En referencia a las aplicaciones, el también autor del estudio destacó que Octobot es más seguro y adecuado para las app que incluyan una interfaz entre máquinas y humanos. Además subrayó que estos robots blandos «podrán ser usados en biomedicina y en tecnología wearable«.
Los robots blandos son resistentes y tienen la capacidad de adaptarse a algunos entornos naturales mejor que los convencionales hechos de materiales rígidos. «El nuevo enfoque de diseño y fabricación sienta las bases para una nueva generación de robots autónomos capaces de realizar funciones más complejas», describe el estudio que publicará sus resultados en la revista Nature.
Angélica Rodríguez.
Con información de Innovaticias.
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