En época de calor no hay nada más sabroso que ir a nadar. Sin embargo, muchas personas subestiman la fuerza de las corrientes y sobrestiman la propia cuando se bañan en lagos o en el mar. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para que un divertido y refrescante rato no termine con un hecho lamentable.
- La diferencia de temperatura entre el agua y el aire representa una carga importante. Los nadadores deben refrescarse poco a poco y no lanzarse al agua de golpe, sobretodo si sufren de problemas circulatorios o del corazón.
- Siempre es mejor nadar de forma paralela a la costa. A la hora de nadar, no hay que sobrestimar la propia fuerza: cuando uno se interna en el mar o en un lago suele perder perspectiva acerca de la distancia recorrida y se olvida de que luego debe nadar de regreso a la orilla.
- Escucha a tu cuerpo antes de meterte en el agua: si te sientes mareado o no estás en forma óptima para nadar, mejor no te adentres mucho en el agua y báñate en la orilla.
- Si vas con niños, supervísalos SIEMPRE y permite que se bañen solo en la orilla.
- Si vas a la playa, está atento de las instrucciones de los salvavidas.
EC
Con información de dpa.
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