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DOBLE LLAVE – Se acerca la temporada vacacional y con ella los diferentes planes que buscan la diversión para los que recién culminan sus actividades académicas. Sin embargo, en la mayoría de los padres surgen interrogantes como ¿Está bien encomendar la seguridad de mi hijo a desconocidos? ¿Qué garantía tengo de que volverá sano y salvo al final de día? ¿El lugar a dónde lo llevarán es seguro? Si es alérgico, ¿Estarán pendientes de cuidar que come?

Para responder a estás y otras preguntas, la recreadora Dayana Peroza, profundiza en el tema que ronda en la cabeza de los padres al momento de poner la vida e integridad física de sus hijos en manos de un grupo de personas. No obstante, para aminorar esta preocupación, muchas son las empresas que entrenan como es debido a sus recreadores, dándoles las herramientas y capacitación necesarias en este tipo de actividades.

Peroza, que lleva cuatro años impartiendo alegrías a los más pequeños, expresa que para trabajar en planes vacacionales «debes tener pasión por lo que haces y que te guste estar con niños», de esa manera se garantiza un ambiente ameno y lleno de diversión. También destaca que en sus años como profesional de la recreación, siempre recibe cursos para aprender resguardar la seguridad de los infantes en los distintos espacios a los cuales se dirigen.

Desde caminatas, parques, piscinas, cines, playas hasta los autobuses donde se transportan, los jóvenes están pendientes de cada asistente al evento. «Para tener un mejor trabajo, los entrenadores nos dividimos en patrullas (grupos) de 5 o 6 niños por cada recreador», lo que facilita la gestión al momento de vigilar a cada pequeño.

De hecho, Peroza explica que a cada sitio donde vayan los acompaña un paramédico que esta alerta ante cualquier situación imprevista que se presente y, de igual manera, evitan sitios que pongan a los niños «en riesgo», como parques con piedras o caminos empinados, entre otras cosas.

La identificación también juega un papel fundamental dentro de estas actividades recreativas, para tener mayor control de los participantes durante toda la jornada. «Cada niño lleva un carnet con su nombre para que el recreador lo identifique con rapidez», lo que proporciona mayor confianza entre ambas personas. Así mismo, los entrenadores siempre tienen a la mano un número de teléfono de contacto por cualquier emergencia.

Dayana Peroza, en el tiempo en planes vacacionales, no ha experimentado ninguna experiencia de riesgo con los niños que ha tenido bajo su cuidado. La profesional de la recreación cataloga su carrera como algo «maravilloso» y de lo que sin duda está muy contenta.

Para finalizar indica que no cambiaría las medidas de seguridad que implementan las empresas, por que su juicio «si se siguen las normas correctamente, no ocurre ningún accidente.

Angélica Rodríguez.

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