No debes confiar tu empresa a alguien que vive endeudado y se mete fácilmente en problemas por dinero
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DOBLE LLAVE — Al iniciar un negocio es necesario contar con todo el apoyo posible, tanto moral como económico. Es ahí que los socios hacen su jugada, por lo que es imprescindible escogerlos con buena cabeza. Hoy te diremos qué debes tener en cuenta para hacerlo, ¡toma nota!

  1. ¿Desde cuándo lo conoces? Dicen que no importa el tiempo sino la calidad de los momentos, pero también es cierto que el tiempo te permite conocer a alguien en medio de varias situaciones, tanto buenas como malas. Un pariente cercano o amigo de la infancia podrían parecerte las opciones más indicadas, pero debes tener en cuenta que en un negocio hay factores importantes de por medio, como acuerdos, dinero, firmas, poderes, propiedades y lo más importante: riesgos. ¿Tu amistad podría sobrevivir a un fracaso comercial? Con esto no decretamos que asociarte con familiares o amigos es una mala idea, solo se trata de escoger a alguien en quien confíes y que tenga los mismos intereses que tú en el proyecto.
  2. Debe estar tan involucrado como tú. Desde el principio deben aclarar qué funciones tendrá cada uno. Hay socios que a pesar de no ser parte de la idea inicial del negocio, quieren y tienen la disposición de participar de lleno en el proyecto, así como hay otros que solo fungen como inversionistas y quieren que les giren su dinero cada que esté disponible. Si quieres apoyo moral y funcional de parte de él, debe estar igual de comprometido que tú.
  3. Definir los aportes de manera individual. No todos los socios contribuyen con el mismo monto de capital en el proyecto. Por esto es importante definir qué porcentaje de la asociación les corresponde a cada uno. En este punto también es importante determinar y, de ser necesario, patentar los derechos creativos de cada uno.
  4. Estar en las buenas y en las malas. Cuando algo sale bien, también puede salir mal, por lo que el fracaso es una opción que siempre estará presente en todo proyecto. Tú sabes cómo actúas en una situación difícil, ¿pero sabes cómo lo tomará tu socio? No eres adivino y no podrás saberlo hasta que ocurra (y esperemos que nunca pase), pero hay actitudes que pueden darte una idea de su personalidad y, por tanto, deducirlo. ¿Es proactivo? ¿Ofrece soluciones o ideas nuevas? Si todo el trabajo te lo deja a ti y solo sirve para celebrar, no es la persona indicada para una situación en contra.
  5. Tener buen historial en el banco. A pesar de que no sea el socio mayoritario, no debes confiar tu empresa a alguien que vive endeudado y se mete fácilmente en problemas por dinero.

En resumen, tu futuro socio debe estar tan adentrado en el proyecto como tú, tener buen historial financiero (con referencias que lo respalden) y que guarde intereses similares a los tuyos.

Andreina Gutiérrez Romero / @ninakolster

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