Placenta de mujeres mayores puede desencadenar problemas cardíacos en sus hijos

DOBLE LLAVE – Los cambios en la placenta de mujeres embarazadas mayores puede desencadenar la posible existencia de problemas cardíacos futuros en sus hijos, según un estudio realizado en ratas por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

El trabajo analizó a ratas embarazadas de una edad comparable a la de las mujeres que se consideran mayores para gestar como aquellas con más de 35 años. En este sentido, la placenta mostró cambios en los fetos masculinos, y no en los femeninos, que limitarían el crecimiento fetal en las ratas gestantes de edad avanzada.

Cambios en la placenta de mujeres embarazadas puede traer problemas

«Esta nueva comprensión del desarrollo y la función placentaria podría contribuir a una mejor gestión de los embarazos y al desarrollo de intervenciones específicas para mejorar la salud a largo plazo de los niños nacidos de madres mayores», explicaron los investigadores.

Y es que, el embarazo en madres mayores se asocia a un mayor riesgo de complicaciones tanto para la madre como para su bebé como, por ejemplo, preeclampsia, diabetes gestacional, muerte fetal o restricción del crecimiento fetal. Hasta ahora ha habido una comprensión limitada de cómo la placenta se ve alterada por la edad materna avanzada.

La placenta transporta nutrientes y oxígeno de la madre al feto, secreta factores de señalización a la madre para que apoye el desarrollo fetal y es la principal barrera protectora para el feto contra las toxinas, bacterias y hormonas de la sangre de la madre.

Además, es de naturaleza altamente dinámica y su función puede cambiar para ayudar a proteger al feto en crecimiento cuando las condiciones se vuelven menos favorables para su desarrollo, por ejemplo, por falta de nutrientes u oxígeno o cuando la madre está estresada.

En este sentido, el estudio colocó en manifiesto que la edad materna avanzada reduce la eficiencia de la placenta de los fetos masculinos y femeninos, si bien afecta a la estructura y a la función de la placenta de manera más marcada para los fetos masculinos, reduciendo su capacidad para apoyar el crecimiento.