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Durante su visita al centro de refugiados en Heidenau (en el este del país), el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, pidió ponerle mano dura a los radicales de derecha debido a los actos racistas de los que fue objeto esta localidad el fin de semana.
El socio de la canciller alemana, Angela Merkel, exigió que la justicia investigue rápidamente los sucesos en los que se ha atacado a la policía y amenazado a los refugiados, con el objetivo de salvaguardar su seguridad.
«Para esto sólo hay una respuesta: policía, fiscalía, y a ser posible para todos aquellos que han detenido, la cárcel», aseguró el líder socialdemócrata tras pasar media hora en el centro de refugiados de la pequeña localidad sajona.
Asimismo, Gabriel dejó claro que aquellos extremistas de la derecha que se alzan como «defensores» de Alemania no representan al país. «En realidad son los tipos menos alemanes que me pueda imaginar», indicó el también ministro de Economía.
Gabriel acudió a Heidenau, en las cercanías de Dresde, para hacerse una imagen de la situación en una región con un elevado número de altercados contra centros de refugiados.
La violencia vivida en la pequeña localidad de 15.000 habitantes este fin de semana desató de nuevo todas las alarmas en el país. Los enfrentamientos entre cientos de neonazis y la policía a las puertas de un centro de refugiados se saldó con al menos 30 policías heridos.
«Se han sobrepasado todos los límites aquí. Apenas tengo palabras para describirlo», aseguró el primer ministro de Sajonia, Stanislaw Tillich.
AG
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Matthias Rietschel.
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