DOBLE LLAVE – El miércoles 29 de julio entre 1.000 y 10.000 musulmanes seleccionados para el Hach iniciaron su peregrinación en La Meca, con estrictos protocolos debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
«No tenemos preocupaciones relacionadas con la seguridad este año y se trata de proteger a los peregrinos de los peligros de la pandemia», declaró Jaled bin Qarar al Harbi, director de Seguridad Pública.
El equipaje que llevaban los devotos fue desinfectado y sometido a fuertes controles de salud, además, ellos fueron colocados en cuarentena a su llegada a La Meca este fin de semana.
Algunos peregrinos declararon que les habían dado pulseras electrónicas para vigilar sus desplazamientos.
Asimismo, se contrató personal para limpiar y desinfectar las inmediaciones de la Kaaba, la construcción cúbica que se encuentra en el centro de la Gran Mezquita de La Meca, hacia la cual se encaran los fieles de todo el mundo para rezar.
No obstante, debido a los riesgos que genera el COVID-19, este año los peregrinos no podrán tocar la Kaaba, advirtieron las autoridades, que indicaron que se desplegarán clínicas móviles y ambulancias sobre el terreno.
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Gabriel Velásquez
Con información de agencias y medios internacionales
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