Este tipo de práctica, que cada vez es más habitual, viene siendo el envío y recepción de contenido personal explicito a través de dispositivos móviles
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DOBLE LLAVE – En esta nueva «era digital» no es de extrañarse que los jóvenes desarrollen tendencias que para muchos pueden sonar «alocadas». Desde desafíos que no suenan muy agradable para todos hasta retos que ponen en riesgo más que una apuesta.

Los nudes se popularizan tanto como los desnudos artísticos.

Los famosos «nudes» son una fotografía «al natural» (desnudo) enviada (en ocasiones) a las parejas y citas de una persona. Es decir, son una selfie que implica despojarse de la ropa y «mostrar los atributos» a alguien, de forma digital.

Este tipo de práctica, que cada vez se vuelve más habitual, viene siendo básicamente el envío y recepción de contenido personal explícito generalmente a través de dispositivos móviles. Por este motivo, es considerada una técnica de conquista, que se une al «sexting», término que proviene del inglés y que se ha popularizado tal cual en el mundo pero sobre todo en los países de América Latina.

El sexting consiste en mantener conversaciones telefónicas «íntimas» con determinada persona. Los nudes, en este sentido, funcionan como un adicional de las conversaciones cuando éstas empiezan a subir de tono.

Una encuesta realizada por uno de los portales de citas más populares a nivel mundial, arrojó que el 80% de los hombres que reciben “nudes” los muestran a sus amigos, pero no los comparten, mientras que el 74% de las mujeres sí circulan las fotografías entre sus amigas. La encuesta también reveló que WhatsApp es la red social por la que más “nudes” se mandan, seguida por los MDs de Twitter, destacando a Snapchat como una red relativamente “segura” para las fotos “nudes”, ya que por ahí las imágenes solo se almacenan 24 horas, pero, ese es tiempo suficiente para que alguien guarde la foto.

¿Son los «nudes» un negocio?

La conversación en la que «Daniela» explica cómo funciona su trabajo.

Hace algunos meses se hizo muy famoso el caso de una joven venezolana llamada «Daniela«, estudiante de Comunicación Social de 22 años, que por «necesidad» empezó a vender sus fotos para así ahorrar lo suficiente y emigrar.

«Llega un momento en que te das cuenta que ir a una oficina o estudiar una carrera en Venezuela no vale la pena y estás perdiendo el tiempo», contó vía WhatsApp a Diego Urdaneta que la entrevistó a altas horas de la noche. «Me di cuenta que para poder lograr mis sueños, no había alguna otra manera de ganar dinero y poder ahorrar».

Una noche, revisando sus mensajes de Snapchat, notó que tenía un nuevo seguidor: una cuenta llamada «casting takeover«. Daniela siguió de vuelta a la cuenta y, minutos después le llegó un mensaje que decía: «¿quieres hacer takeover?. En cuanto te dan la clave y haces el takeover, los seguidores de esa cuenta ven la foto de perfil que eliges y comienzan a ofrecerte dólares por fotos o videos en los que estés desnuda y por tu cuenta personal de Snapchat. Acepté la primera oferta de 20 dólares por una foto para probar».

El método es simple: haces el takeover de la cuenta y esperas a que varios seguidores de esa cuenta te escriban pidiendo tu «Snapchat premium» (cuenta personal) y, a cambio del nombre de usuario, les cobras los dólares.

«La mayoría de las veces envío fotos y videos en dónde no se me ve el rostro, pero a veces quieren que se me vea y no me niego. Sé que hay chicas que lo hacen y lo publican en sus redes personales, pero yo no puedo hacer eso porque acá en Venezuela no lo entenderían y me juzgarían. Esto lo mantengo en secreto, sólo lo saben mis tres mejores amigas y ahora tú (dijo a Diego); pero a ellas no les importa porque nunca han pasado necesidades, viven bien acomodadas y tienen otra mentalidad». El tener pareja no le impide seguir con el negocio, ya que está al tanto de esto y algunos clientes le han ofrecido hasta 200 dólares por un video teniendo sexo con su novio. Aún no lo han realizado, pero no lo descarta. «Al comienzo mi novio no entendía por qué lo hacía, pero cuando lo empecé a incluir sintió morbo y lo pudo ver de otra manera» (…) «creo que lo haré hasta que tenga hijos o algo así».

¿Todas las mujeres mandarían nudes?

Pero no todos los casos son como el de Daniela. Resulta que muchos jóvenes han «confiado» sus fotografías íntimas a personas que luego las utilizan como método de chantaje o simplemente para «manchar» la reputación de alguien en las redes. Por este motivo, le preguntamos a varias chicas si enviarían esta clase de fotografías y de 8 consultadas, 5 respondieron afirmativamente, asegurando que solo las enviarían a personas con las que tengan la suficiente confianza como para hacerlo. Una de ellas incluso dijo que no tendría problema con venderlas, claro, sin que su rostro salga en alguna de ellas. Otras 3 afirman que sin duda dicha tendencia no es segura y puede desencadenar mayores problemas a largo plazo.

Sin embargo, fue el testimonio de una de ellas el que más llamó la atención. «María» de 23 años contó que hace más o menos un año empezó a utilizar aplicaciones de citas. Estando en una de ellas conoció a un joven del extranjero con el que las cosas se dieron «bien» motivo por el cual a eso del mes ya hacían «sexting» y se enviaban fotos. María asegura que siempre cubría sus tatuajes y lunares, pero aun así confiaba por lo que un día se aventuró a mandarle un video al muchacho que resultó siendo un hombre de 59 años, casado y con serios problemas, ya que empezó a chantajearla con que subiría sus fotos a las redes adjuntas a los captures de las conversaciones solo para desprestigiarla. El hombre pedía a cambio 1000 dólares que claramente la joven no tenía. Por lo que asumió su responsabilidad y lo notificó a las autoridades que no «le dieron muchas esperanzas». María continúa a la expectativa, y aunque sabe que en cualquier momento podría aparecer esto en la web, ella bloqueó todos los contactos que mantenía con el usuario y se alejó de las redes sociales.

Son precisamente estas dos caras de la moneda las que ponen a dudar a muchas personas a la hora de mandar «nudes». Si está bien o está mal solo puede ser establecido por cada individuo.

¿Y tú? ¿Enviarías un nude?

Ninoska Moncada / @ninoskamci

Información: Entrevista a Daniela de Diego Urdaneta

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