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Un informe basado en un análisis de documentos del gobierno de Estados Unidos, sobre 921 accidentes en los que participaron drones y aviones tripulados, desde el 17 de diciembre de 2013 al 12 de septiembre de 2015, desnuda la necesidad de avanzar en seguridad en la materia: los investigadores advirtieron que al volar a alta velocidad suele ser difícil para el piloto evaluar la distancia entre su avión y otro objeto volador.
En el 2015, han habido al menos 241 denuncias de encuentros cercanos entre drones y aviones tripulados que corresponden a la definición oficial de una colisión en el aire, incluidos 28 casos en los cuales los pilotos debieron maniobrar para evitar el choque.
En 90 de los encuentros cercanos participaron drones y jets de pasajeros con capacidad para transportar a medio centenar de personas.
La Administración Federal de Aviación dice que se produce una cuasi-colisión en el aire cuando dos aviones se encuentran a menos de 150 metros de distancia entre ellos. En 51 incidentes hubo una proximidad de 15 metros o menos, según el informe del Centro de Estudio de Drones de la Universidad Bard.
En el 64,5% de los accidentes se avistaron drones en las cercanías de aviones sin peligro inminente de una colisión.
El informe de Bard es el primer análisis exhaustivo de avistamientos por investigadores que no pertenecen al sector de la aviación. Sus conclusiones probablemente alentarán el debate sobre la amenaza que pueden representar los drones a la aviación tripulada.
LS
Con información de Yahoo! Noticias.
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