97% de los siniestros mortales están asociados a la imprudencia, el exceso de velocidad, la poca experiencia al volante, el consumo de alcohol y otras drogas
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Según datos publicados por la Organización de Naciones Unidas como parte del Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011 – 2020: “1,3 millones de personas fallecen cada año como consecuencia de un accidente de tránsito«. Algo así como 3 mil defunciones diarias; estas cifras son alarmantes si tomamos en cuenta el incremento del número de vehículos que circulan por todo el mundo.

Por su parte el Observatorio de Seguridad Vial de nuestro país afirma que “los accidentes de tránsito en Venezuela constituyen la segunda causa de muerte en la población joven y la sexta en la población general. Según reportes, «Venezuela es uno de los 3 países con mayor cantidad accidentes de tránsito en nuestro continente”. Con esos números en la mente del lector quiero desarrollar la idea que le da título a este trabajo: el manejo defensivo, ¿por qué y para qué?

Si partimos de la base de que de acuerdo con el Anuario Estadístico del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT) en 2013 el 97% de los siniestros mortales están asociados a la imprudencia, el exceso de velocidad, la poca experiencia al volante, el consumo de alcohol y otras drogas, podríamos afirmar que con una educación vial y una cultura de prevención sí podemos disminuir las posibilidades de un accidente de tránsito y por ende esas cifras.

Lo primero es tomar conciencia de que algunos accidentes son evitables con solo ser precavidos y aplicar el sentido común al conducir. Me explico: si mantenemos la distancia entre vehículos, si evitamos usar el celular u otros aparatos mientras conducimos, si insistimos en que los menores de edad se ubiquen en el asiento trasero, si nos mantenemos alerta a las acciones de los demás conductores – ya sea que hagan señas o activen sus luces de cruce o emergencia – podemos contribuir a bajar las cantidades de hechos viales.

Por otro lado al observar y cumplir leyes, normas y reglamentos de tránsito terrestre es parte de la obligación que tenemos quienes nos instalamos al frente de un volante; no estacionar en zonas prohibidas, respetar las velocidades permitidas, no ingerir bebidas alcohólicas, hacer caso a semáforos y rayados u ofrecer prioridad a los peatones es parte de un comportamiento ideal de todo conductor.

Comencemos por evaluar nuestro propio desempeño, tomemos en cuenta que un accidente entre dos vehículos puede evitarse con la actuación de al menos uno de los conductores; anticipemos lo que puede suceder si actuamos de una u otra manera; no solo es usar el cinturón de seguridad, los espejos retrovisores y estar concentrados en lo que hacemos. Es todo eso en conjunto.

Para finalizar quiero recordarles que al mantener nuestros documentos al día: cédula, licencia, certificado médico y póliza de vehículo también contribuimos a ser mejores ciudadanos, nos comportarnos de acuerdo al ordenamiento jurídico y demostramos nuestra cultura ciudadana.

Joaquín Valenzuela

Especial para El Sumario.

Corredor de Seguros SAA No. CS – 8022 / [email protected].

Fotografía Gettyimages.

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