Un estudio de un grupo de científicos podría ayudar a evitar la congelación
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La temperatura del ambiente nos afecta a todos los seres vivos, pero también afecta a las innovaciones tecnológicas, por ejemplo: los aviones. Cuando estos van a una altura de 10 mil metros la temperatura hace que la condensación sobre una superficie se convierta en hielo. Un problema que la aeronáutica lleva años intentando resolver.

Los escarabajos de Namibia son unos de los pocos que no tienen que luchar con los problemas de temperatura, su cuerpo recolecta la humedad de la niebla matutina en su caparazón, es decir, en su caparazón hay pequeños bultos que atraen el agua rodeados de una superficie que la repele, de esta forma el agua se mantiene en su cuerpo sin que se mueva cuando sople el viento o el animal se mueva.

En el caso de los aviones el problema es inverso al del escarabajo, se necesita que el agua se deje de acumular. El hielo se produce por condensación de humedad y este problema no tiene solución hasta ahora. Para nuestra seguridad hay sistemas que reparten el calor del motor por las alas o se utilizan anticongelantes cada cierto tiempo.

Buscando acabar con esta situación y garantizar un menor esfuerzo diario para lograr la seguridad de los pasajeros, un grupo de científicos de Virginia Tech descubrió, a través del análisis de los patrones en los bultos del caparazón de los escarabajos, unos patrones que pueden modificar para impedir la condensación y la formación de hielo en aviones.

Los investigadores creen poder tratar químicamente diferentes superficies para hacer que canalicen la humedad de manera más eficiente, si el estudio arroja resultados positivos la aeronáutica habrá avanzado en materia de simplificación de seguridad de sus aviones.

Geraldine Puche

Con información de Gizmodo.

Fotografía Gettyimages.

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