DOBLE LLAVE – La medicina regenerativa en traumatología sirve para impulsar la regeneración de los tejidos del cuerpo, especialmente del sistema músculo esquelético, a través de tratamientos como el plasma, rico en factores de crecimiento, que ayudan a frenar la progresión de enfermedades asociadas a la especialidad y a reducir la sintomatología.
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El doctor Jorge Pesantes, traumatólogo del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), explicó que esta terapia usa la misma sangre del paciente, «se utiliza una pequeña cantidad de sangre aumentando la potencia de algunos elementos que la componen como las plaquetas, que contienen los llamados factores de crecimiento, los cuales son los que ayudan a cicatrizar y regenerar los tejidos dañados. Permite una rápida regeneración y/o cicatrización del tejido, sin ingreso hospitalario ni intervención quirúrgica mayor, lo que se traduce en menos dolor y mejor calidad de vida para las personas».
El traumatólogo explicó que “el procedimiento es concentrar una gran cantidad de esos componentes y aplicarlos mediante una infiltración directa al hueso, en el tejido más próximo al cartílago de la articulación afectada por problemas degenerativos, ruptura de un tendón o músculo, como sucede en el caso de las lesiones deportivas y en aquellas personas que por accidente sufren fractura de un hueso sano, para mejorarlo”.
Resaltó que el procedimiento es rápido (tarda aproximadamente 15 minutos) y es intervención es tipo ambulatorio y la persona puede retomar a su vida normal al día siguiente.
Al paciente se le toma una muestra de sangre, que luego pasa a una máquina centrífuga y se hace el preparado. “La primera sesión se realiza en quirófano, con anestesia local más sedación profunda, para que no haya molestia, ya que se atraviesa el hueso hasta un espacio que queda justamente debajo del cartílago”, precisó.
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Pesantes explicó que se requieren tres sesiones de medicina regenerativa, de las cuales la primera vez es intraósea, y las dos siguientes intraarticulares, con un intervalo de descanso de unas semanas entre ellas, en aquellos casos de lesiones degenerativas de alguna articulación. Cuando se trata de lesiones de tejidos blandos no se hace infiltración ósea.“Generalmente, se van a registrar diferencias en cuanto a inflamación y dolor después de la tercera sesión, pero el paciente observará un alivio significativo después de 6 meses”, comentó.
El especialista destacó que el promedio de mejoría con esta técnica, para la cual no hay límite de edad, es de entre 60 y 80%, a los 6 meses. Algunos pacientes han reportado una remisión total de las molestias al año. “Este procedimiento está contraindicado para los pacientes con infecciones o con cáncer, porque los factores de crecimiento pueden estimular a que se extiendan las afecciones”.
María Alejandra Guevara
Con información de Nota de Prensa
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