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La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) acusó a los kurdos de expulsar a miles de personas y demoler ilegalmente viviendas en su lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI), en el norte de Siria.
De acuerdo con AI, muchas viviendas fueron desalojadas y demolidas y miles de personas fueron desplazadas. La organización se basó, entre otras cosas, en informes de testigos e imágenes satelitales.
El gobierno autónomo local, en manos del Partido de la Unión Democrática (PYD), es un aliado de Estados Unidos en la región contra el EI.
“Las autoridades están cometiendo abusos de poder e ignoran el derecho internacional de un modo que se puede equiparar a los crímenes de guerra”, señala el reporte, que apunta a que el motivo de los kurdos es la venganza: «Actúan contra personas que supuestamente tienen simpatías o conexiones con miembros de la milicia terrorista EI u otros grupos armados».
«Este informe revela evidencias claras de una campaña deliberada y coordinada de castigo colectivo a los civiles en pueblos capturados previamente por el EI o donde se sospecha que una pequeña minoría apoya al grupo», indicó Lama Fakih, asesor de crisis de AI.
El PYD está vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en Turquía. También tiene vínculos con las milicias Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YPG).
Estas formaron junto con otras fuerzas rebeldes una alianza contra el EI en el norte de Siria, que recibió recientemente armas de Estados Unidos y es la principal fuerza contra los yihadistas en la zona.
La entrega de armamento y la nueva alianza son resultado de un cambio de estrategia de Washington en su política en Siria. Medios estadounidenses aseguraron que el Ejecutivo quiere crear en el norte de Siria una tropa de más de 20 mil y hasta cinco mil árabes. A su vez, Estados Unidos decidió suspender el programa de formación para rebeldes moderados fuera de Siria, un proyecto fallido.
Turquía, aliado en la OTAN de Estados Unidos, ve de forma crítica este apoyo a las YPG, porque teme que al darle poder a los kurdos estos consigan crear un Estado propio al sur de su frontera, poniendo en peligro su propia integridad territorial. Además, considera a las YPG como la rama siria del PKK.
Los kurdos controlan una gran parte de la frontera con Turquía, donde han creado una zona autónoma. Además han conseguido expulsar al EI de varias localidades, entre ellas Kobane.
LS
Con información de dpa.
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