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Los kurdos de Siria y sus aliados proclamaron una región autónoma en el norte del país este jueves, algo que desató la ira en Ginebra, donde se llevan a cabo las negociaciones de paz. Aseguraron que podrían volver a intervenir militarmente el territorio árabe.
«Si fuera necesario, Rusia estaría en condiciones de reforzar considerablemente sus tropas en la región en el lapso de unas horas», aseguró en Moscú el presidente Vladimir Putin, pocos días después de que su país anunciara el repliegue de las fuerzas rusas en Siria.
Putin sostuvo por otra parte que espera que tanto las autoridades sirias como la oposición estén comprometidas con el proceso de paz que se adelantan en Ginebra.
En la región invadida por los kurdos regirá un «sistema federal», según dijo Idriss Nassan, portavoz de los kurdos sirios.
La decisión se habría tomado en una conferencia en la provincia de Hasaka con la participación de 200 representantes de varios grupos étnicos y religiosos.
La Coalición Nacional Siria, la principal agrupación de oposición, manifestó su rechazo a la proclamación alegando que se «confisca» la voluntad de los sirios. «Determinar la forma del Estado sirio… no es una decisión que le corresponda a una sola facción», sentenció la alianza.
Por su parte, fuentes allegadas a la cúpula kurda aseguraron que se trata de una federación y no de un Estado y que la proclamación no se produce en respuesta a la exclusión de los kurdos en las negociaciones de paz.
La decisión kurda, en primera instancia, generará tensiones con Turquía.
Yelimar Requena
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Denis Balibouse.
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