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Alrededor de ocho mil judíos franceses se marcharon a Israel en el año que siguió al ataque contra Charlie Hebdo, según datos de la Agencia Judía, organismo encargado de controlar la migración judía al Estado hebreo, la Aliyá.
La cifra de judíos franceses que emigran a Israel se ha duplicado en los últimos cinco años. Tres de cada cuatro judíos franceses han pensado en emigrar para huir del clima de antisemitismo que dicen sentir en su país. Al miedo y la inseguridad se suman la crisis económica, el auge del ultraderechista Frente Nacional, la hostilidad de la extrema izquierda antisemita y la supuesta radicalización de los musulmanes.
El 40% de los denominados «crímenes de odio violentos» registrados en Francia tienen como objetivo a ciudadanos judíos. «Hoy es impensable que una persona pueda viajar en Metro con una kippa«, asegura Roger Cukierman, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia.
Según Ariel Kandel, responsable de la Agencia Judía en Francia, un cuarto de los franceses instalados en Israel recientemente son jóvenes de entre 17 y 30 años. El Gobierno de Benyamin Netanyahu tendría especial interés en atraer al mayor número de judíos franceses, y, con ese objetivo, la Agencia estaría trabajando en la convalidación de carreras universitarias y de algunas profesiones. Kandel cifra en tres mil o cuatro mil al año el número de personas que Israel tiene previsto atraer desde Francia en el periodo 2014-2017.
Muchos de los judíos franceses que han emigrado a Israel se asientan en Asdod, un importante centro industrial ubicado en el sur del país y conocido por su numerosa población francesa. «Aquí vivo bien, mucho mejor que en Francia«, cuenta Charly Dahan, un músico que dejó París hace dos años, mientras toma un café en el Lyon, un punto de encuentro para la comunidad judía francesa.
Samuel Bello
Con información de El Confidencial.
Fotografía Gettyimages.
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