Los cambios en la ley ampliarían las atribuciones de sus fuerzas armadas e implicarían una reinterpretación del Artículo 9 de la Constitución pacifista nipona, autorizando al Ejército a dar asistencia armada a sus aliados bajo determinadas circunstancias y a intervenir en conflictos internacionales.
La propuesta salió adelante con los votos del partido gubernamental Liberal Democrático, del primer ministro Shinzo Abe, y los de su socio de coalición, Komeito.
«El gobierno tiene la responsabilidad de garantizar la vida de las personas y una convivencia pacífica en un entorno de seguridad cada vez más grave alrededor de nuestro país, especialmente por el desarrollo nuclear y de misiles de Corea del Norte», dijo en conferencia de prensa el jefe del gabinete, Yoshihide Suga.
Gran parte de los ciudadanos se opone a las nuevas medidas, y una encuesta reciente del diario Tokyo Shimbun mostró que un 90% de los expertos constitucionales creen que viola la Carta Magna del país.
Incluso los países vecinos ven con preocupación la política del primer ministro, sobre todo por la actual disputa por una serie de islas en el Mar de la China Meridional y por la forma con la que Japón asume su pasado belicista.
Si el Senado no vota el paquete de leyes en 60 días o lo rechaza, la Cámara baja puede imponer su aprobación con una mayoría de dos tercios. La coalición gubernamental tiene allí 325 de los 475 mandatos.
EC
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Thomas Peter.
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