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Autoridades israelíes informaron que el plan para frenar la oleada de violencia en el país consiste en el bloqueo de las áreas donde residen palestinos, además del despliegue de cientos de soldados en las ciudades del país. Las medidas fueron adoptadas en una reunión del gabinete de seguridad israelí, el cual culminó en la madrugada del miércoles.
El gabinete israelí también autorizó a la policía a bloquear los barrios árabes en Jerusalén Oriental de forma que se impide el paso a los palestinos a las áreas predominantemente judías. Testigos en la ciudad indicaron que todavía no habían visto muchos bloqueos entre las zonas árabes y judías.
Por su parte, la Fuerza de Defensa Israelí se prepara para desplegar seis compañías para reforzar a la policía, anunció en Twitter el portavoz de la tropa, Peter Lerner. Sin embargo, no informó del número exacto de soldados.
El gabinete también aprobó una serie de medidas de castigo y disuasión. Así, se prohibirá reconstruir la casa de un terrorista que haya sido demolida y las autoridades podrán incautar sus propiedades. Adicionalmente, a los palestinos con permiso de residencia permanente para Jerusalén, se les podrá revocar si cometen un atentado, con lo que de facto se estaría prohibiendo su entrada en Jerusalén y en Israel.
En los medios de transporte público viajarán 300 efectivos de seguridad, indicó el portavoz Micky Rosenfeld. Israel ha llamado a 1.400 reservistas de la policía de frontera por decreto de urgencia.
Desde principios de mes, una serie de acuchillamientos y ataques con armas de fuego están sacudiendo el país y siete israelíes murieron. En total murieron 30 palestinos, casi la mitad de ellos agresores que fueron abatidos tras el ataque.
Una polémica por la visita y el derecho a rezar en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén avivó las tensiones que han desembocado en la nueva oleada de violencia, pues en principio sólo los musulmanes pueden orar en la Explanada. No obstante, en ocasiones especiales también pueden ingresar los judíos.
AG
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Ronen Zvulun.
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