El español Ismael Batute creó un policía acostado que es capaz de calcular el peso y la velocidad de los automóviles que pasan por encima y, en caso de que superen los límites indicados, se endurece para hacer que el coche reduzca automáticamente su rapidez, protegiendo a pasajeros y peatones.
Además, por ser más suave, disminuye el desgaste del sistema de frenos y de los cauchos; y enciende las luces de la calle cuando un vehículo les pasa por encima.
Su sistema ecológico de encendido de luces funciona con dos elementos: El primero son cuatro placas (una por rueda) que se encargan de captar la energía de la pisada del vehículo. El segundo es el que transforma esa energía en electricidad y la almacena en baterías para su posterior uso.
El creador asegura que el paso de un coche genera energía suficiente para mantener iluminada una lámpara de 100 vatios durante 30 segundos.
AG
Con información de Auto Bild.
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