Las reglas para lograr los objetivos de la empresa pueden aplicar el entorno personal
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La inteligencia emocional es una de las herramientas más poderosas para alcanzar el éxito, no sólo en las relaciones personales, sino también para los negocios. El manejo de las emociones puede ser determinante para atraer buenas oportunidades o desaprovecharlas.

Sigue acciones, no palabras:

En algunas ocasiones es más importante medir el rendimiento, la dedicación o los niveles de alerta que tiene una persona durante su desempeño en el área laboral, que evaluar «lo esencial» o el conocimiento que debería tener sobre su carrera, lo cual no deja de tener prioridad. Pero la acción muchas veces demuestra más que las palabras.

Autoanálisis

Los seres humanos son seres emocionales y a veces los pequeños detalles pueden convertirse en grandes problemas sin necesidad.

La gente inteligentemente emocional sabe cómo detenerse ante situaciones que podrían generar una dificultad de la nada. Existen los buenos y malos días con muchos o pocos defectos. Algunos incidentes no requieren toda la atención de una persona o atribuirse todo lo que ocurre en el entorno.

Muchas veces no todo lo que pasa a nuestro alrededor tiene que ver con nosotros. Es mejor asumir que pasó, dejarlo y avanzar.

Que no se pierda el enfoque

Todos los proyectos exitosos se han encargado de velar y hacer seguimiento únicamente a lo que realmente es importante. Hay que saber establecer prioridades y jerarquizar.

Cuando se tiene la meta clara se hace más fácil negociar con clientes difíciles, establecer buenas y grandes sociedades de negocios y personales. El enfoque y la energía deben estar dirigidos a un mismo punto sin dejar que una eventual coyuntura te desvíe del camino.

La desintoxicación es primordial

Para que todo negocio fluya de forma positiva debe estar rodeado de buena energía. La gente negativa puede destruir una organización. Los emprendedores con inteligencia emocional alta saben que hay suficiente gente positiva en el mundo y no tienen la necesidad de malgastar energía al tratar con personas tóxicas.

Un empleado de alto rendimiento puede ser perjudicial para la empresa si tiene mala actitud frente a sus compañeros al ser manipulador, conflictivo o muy negativo. La gente emocionalmente inteligente tiene poca tolerancia contra los mentirosos, críticos, necesitados de afecto o con hábitos adictivos.

Mantener el contacto

Sólo porque una relación laboral termina, no quiere decir que el puente deba destruirse también. Si un proyecto o una negociación se cae, es importante hacer un esfuerzo en tratar de mantener el contacto.

Nunca se sabe cuándo se vuelva a presentar una nueva oportunidad o si se necesitará de ellos, o esas empresas, en el futuro.

Natasha Guevara

Fotografía Gettyimages.

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