«Los migrantes se presentan cada vez con demandas más agresivas y firmes», dijo el jefe de gabinete húngaro, Janos Lazar, ante la prensa.
Hasta el momento el traspaso ilegal de la frontera representaba una infracción al orden público en Hungría.
Lazar anunció asimismo la intención de crear una unidad especial fronteriza dentro de la policía que estará conformada por varios miles de efectivos.
Hungría construye actualmente una valla de alambre de púas de 175 kilómetros en su frontera con Serbia, que se espera esté terminada para fin de mes.
Decenas de miles de migrantes de Siria, Afganistán y África suelen utilizar a Hungría como país de tránsito para continuar su viaje a otras naciones europeas.
El primer ministro conservador de derecha Viktor Orban realizó recientemente una fuerte campaña contra los refugiados que le valió una caída de su popularidad. El mandatario es además duramente criticado por organizaciones de derechos humanos por su forma de actuar.
PAB
Con información de dpa.
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