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El fútbol se encuentra siendo noticia por temas de corrupción. Mientras en Suiza y Estados Unidos se desarrolla el FIFA Gates, en Bolivia la justicia local hace lo suyo.
Xabier Azkargorta, entrenador español que dirigió a la selección de Bolivia, prestó declaraciones como testigo de cargo de Carlos Chávez, tesorero de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), en una audiencia donde se definirá si es encarcelado o no: «El juez me preguntó qué sabía de la organización del partido Bolivia-Brasil jugado en abril de 2013 en Bolivia».
Azkargorta relató que en febrero de 2012 fue informado de la presentación de Brasil, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, por Carlos Chávez, quien presidía la Federación Boliviana de Fútbol (FBF): «En septiembre de ese año me confirmó que se jugaba contra Brasil y España. En abril de 2013 se produjo el partido con Brasil».
La organización del cotejo amistoso Bolivia-Brasil, en Santa Cruz de la Sierra, y el destino de la recaudación, se convirtió en elemento clave para abrir proceso judicial a Chávez por «estafa con víctimas múltiples» en Bolivia.
El tesorero de la federación boliviana, Walter Zuleta, denunció a Chávez y Alberto Lozada –su secretario ejecutivo– de estafa porque no se entregó el dinero recaudado a familiares del niño Kevin Beltrán, muerto el 20 de febrero de 2013 por una bengala disparada por seguidores del club brasileño Corinthians en el estadio de la ciudad boliviana de Oruro, en cotejo ante el local San José, por Copa Libertadores.
Chávez y Lozada sostienen, en su defensa, que el juego Bolivia-Brasil fue pactado mucho antes del fatal episodio.
La audiencia de medidas cautelares en un juzgado de la ciudad de Sucre definirá el futuro judicial del tesorero de CONMEBOL, porque un juez decidirá si se defiende en libertad o es detenido en una cárcel pública.
Chávez y Lozada están detenidos desde el viernes pasado en una celda policial de la ciudad de Sucre. Mientras otros dos dirigentes (Jorge Justiniano y José Pedro Zambrano) de la Federación Boliviana están en la clandestinidad con órdenes de detención judicial en su contra.
LS
Con información dpa.
Fotografía REUTERS/David Mercado/Files.
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