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DOBLE LLAVE – El psicoterapeuta, Jesús Herrera, director de la fundación Proyecto Joven (Sevilla, España), alerta sobre el mal uso de las nuevas tecnologías en los jóvenes, este problema asegura, se asemeja al consumo de drogas.
En los últimos años el 20% de los jóvenes que han acudido a la fundación, lo han hecho por el uso excesivo de móviles o computadores, para el especialista esto representa un porcentaje alto.
“Cuando tratamos a los chicos y profundizamos un poco nos damos cuenta de que el abuso de las nuevas tecnologías no es el problema, sino el síntoma, aunque el síntoma se puede convertir en un problema si no se soluciona. Detrás de esos síntomas puede haber un problema de falta de cohesión parental, carencia de normas y límites, falta de autoestima, carencia de afectividad, problemas de control de impulsos”, detalla Herrera.
Hace cuatro años nadie asistía a consultas por este problema, relata el psicoterapeuta, sin embargo, asegura que cuando profundizan en la terapia descubren que esto no es más que el síntoma, pues detrás encuentran problemas más serios.
El especialista refiere que los padres deben imponer horarios a sus hijos en el uso de los equipos electrónicos, pues de esta manera pueden controlar que no exista un uso excesivo, además de revisar la información que consumen por esa vía, Herrera refiere que no es violar su privacidad, es hacerlo de una forma transparente y ejercer autoridad.
Por otra parte, menciona que regalarle un teléfono inteligente a un menor de 14 años es un gran error, “es una aberración que un niño que hace la Primera Comunión reciba un celular con 10 años. La mayoría de las familias lo hace porque dicen que se sienten presionadas porque todo el mundo lo hace y por tener controlado al niño. Si se le regala un móvil a un niño hay que establecer pautas. Lo primero que hay que decirle al niño es que el móvil es de los padres y que si no se comporta deberá entregarlo a los padres.”
Sobre la sintomatología que enciende las alarmas dice que es parecida a la del consumo de sustancias, como alcohol o cannabis. “Hay que preocuparse cuando cambian su estilo de vida y su estado de ánimo; cuando dejan de hacer cosas que antes les gustaba mucho, como hacer deporte o dibujar; cuando disminuyen el rendimiento académico; cuando cambian de amigos; están irritables o irascibles”, advierte.
Por último, recomienda a los padres que si sus hijos presentan alguno de estos síntomas, acudan a un profesional, ya sea un médico de Atención Primaria, una fundación o un psicólogo.
“Hay poca literatura científica sobre el abuso de nuevas tecnologías en jóvenes. Los programas que hay están basados más en lo educativo. Yo siempre digo que, al igual que con el tabaco o el alcohol, es fundamental prevención, prevención y prevención”, insiste.
Ariadna García / @Ariadnalimon
Con información de ABC de Sevilla
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