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DOBLE LLAVE – Las secuelas que dejan acciones cometidas en el pasado pueden perseguirnos hasta el presente. Así sucede con el juicio contra implicados en el genocidio de Ruanda. Los dos ex alcaldes fueron juzgados en París por segunda vez el lunes.

Octavien Ngenzi y Tito Barahira, que negaron los hechos, están acusados de participar directamente en la masacre de cientos de tutsis refugiados en la iglesia de Kabarondo, una localidad del este de Ruanda, el 13 de abril de 1994.

En Ruanda, en el pasado, se distinguían dos estamentos dentro de la etnia banyaruanda a la que pertenece casi toda la población: la mayoría hutu y la minoría tutsi, aunque no existe ningún rasgo racial ni lingüístico específico que los diferencie; por lo tanto, después del genocidio, en 1994 ambas distinciones fueron eliminadas de los carnés de identidad.

En total, las masacres dejaron más de 800.000 muertos, según cifras de la ONU.

Eloísa Oramas

Con información de La Opinión.

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