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El estudio de mercado funciona como una metodología que permite obtener resultados valiosos para tomar decisiones y minimizar el riesgo del negocio que deseamos emprender. Muchas empresas no sobreviven porque los emprendedores creen que sus ideas son las mismas que las del público y, en ocasiones, eso no resulta.
La investigación del mercado es el primer paso para saber si lanzar o no un negocio, con él determinarás quién es tu cliente potencial y si resulta rentable. Asimismo, es la oportunidad de comprobar si tu producto o servicio se adapta a las necesidades reales del cliente.
A la hora de abordarlo, debes tener en cuenta que el análisis tiene dos partes: una orientada al consumidor y otra a la competencia.
Analiza al consumidor
Puedes servirte de estudios de mercado, informes sobre tendencias, además de realizar tus propias investigaciones. El problema que te vas a encontrar en esta fase es que el arranque de un negocio implica hacer una investigación sobre algo que no existe. Es sólo una idea. Hay que realizar una investigación exploratoria.
Hay que intentar predecir qué pasaría si esa idea se materializa: posibles competidores, barreras al funcionar, si lo comprarán o no; aplicando técnicas de investigación orientadas a descubrir, para detectar debilidades y corregir lo que sea necesario antes de hacer el lanzamiento final.
La competencia
En el análisis de la competencia, los estudios de investigación sobre sectores y tendencias de consumo te darán una buena pista del mercado al que vas a entrar. En el mejor de los casos, puedes encontrar un nicho sin explotar. Pero no es lo habitual.
Lo normal es que tengas que entrar en conflicto con la oferta actual. Y aquí debes plantearte una cuestión clave: ¿por qué puede estar dispuesto a cambiar tu cliente potencial lo que compra ahora por tu oferta?
DS
Con información de Emprendedores.
Fotografía Gettyimages.
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