DOBLE LLAVE – Investigadores del centro vasco IK4-TEKNIKER diseñaron un equipo que es capaz de evaluar los coeficientes de fricción de los recubrimientos antiincrustantes o antifouling, que son pinturas que evitan que los organismos marinos se peguen al cuerpo de los barcos y reducen la fuerza del rozamiento entre el buque y el agua.
Los materiales que recubren los barcos, suelen estar expuestos constantemente a condiciones muy severas que deterioran las estructuras con rapidez. Además, la alta presencia de sales y bacterias en el mar, provoca que diferentes organismos se queden adheridos a las superficies, modificante de forma sustancial su rugosidad. Si la rugosidad aumenta, se incrementa la fricción que ejerce la superficie y se multiplica el consumo de combustible y la emisión de gases contaminantes (Co2).
Este tribómetro (instrumento utilizado para medir la fricción y el desgaste de una superficie y la energía disipada cuando se desliza por un fluido), se llama Drag Friction y supone un importante avance, ya que permite detectar con precisión cuáles son los recubrimientos con los coeficientes de fricción más bajos.
La versátil solución es capaz de trabajar con diferentes fluidos y simular todo el rango de velocidades a las que se mueven los barcos, facilitando llevar a cabo ensayos adaptados a las condiciones requeridas en cada caso, teniendo en cuenta aspectos como el control de temperatura, de concentración de oxígeno, etc. Además, «aísla la influencia de las vibraciones del motor en las medidas de torque, mejorando los sistemas actuales».
Ninoska Moncada / @ninoskamci
Con información de Agencia Sinc
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