El país ibérico quiere tener mucha presencia en una nación que produce cerca del diez por ciento del crudo mundial
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«Quien pierda ahora el tren en Irán, lo habrá perdido por mucho tiempo», asegura Eduardo López Busquets, embajador de España en Teherán, al referirse a las posibilidades de inversión y negocio que se abren en el país persa tras el levantamiento de las sanciones internacionales que se hizo efectivo el pasado 16 de enero, luego del acuerdo nuclear alcanzado en julio.

Actualmente, Irán vive un «gran trasiego» de viajes de delegaciones comerciales españolas que dejan ya «manifestaciones de intenciones, memorandos de entendimiento y contactos acelerados, aunque aún no ha habido tiempo suficiente para plasmar acuerdos sobre el papel», asegura.

A nivel político, la ausencia de un gobierno en España ha ralentizado los contactos, al menos al más alto nivel, tras el viaje a Teherán que hicieron en septiembre los ministros de Exteriores, Fomento e Industria, Energía y Turismo, ahora en funciones.

Pero la «diplomacia» económica funciona a todo tren. España, asegura, debe tener presencia en un país de gran importancia geopolítica que produce en torno al diez por ciento del crudo mundial y tiene la cuarta reserva del planeta y las segunda de gas.

Es precisamente el sector energético uno de los que más atención atrae. Antes de las sanciones internacionales, España compraba en torno al 14 por ciento del petróleo en Irán, sobre todo a empresas como Repsol y Cepsa.

La construcción de infraestructuras como puentes, carreteras o trenes de alta velocidad también puede ser una oportunidad para España, ante el posicionamiento de firmas como Renfe y Adif en la alta velocidad en países del Golfo. Pero también en sectores como el material ferroviario, donde se están dando los primeros contactos: una delegación de la asociación ferroviaria española MAFEX estuvo la semana pasada en Teherán.

Otro de los puntos fuertes es el sector turístico, en el que los avances son más palpables. De hecho, una empresa española, Destinia, ya desembarcó en Irán el pasado julio, convirtiéndose en la primera agencia de viajes online occidental en abrir una oficina en Teherán.

Samuel Bello

Con información de dpa.

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