DOBLE LLAVE – Estados Unidos y la Unión Europea (UE) negocian desde julio de 2013 un tratado de libre comercio que crearía la mayor zona económica del mundo, al abarcar a unos 800 millones de consumidores.
Los partidarios del tratado de Asociación Transatlántica para la Inversión y el Comercio (TTIP, por sus siglas en inglés) creen que impulsará el crecimiento a ambos lados del Atlántico, gracias a la eliminación de aranceles y otras trabas comerciales.
En el extremo opuesto, diversos grupos en defensa del medio ambiente o de los consumidores, así como asociaciones civiles y sindicatos, critican la falta de transparencia en las negociaciones y alertan que el TTIP nivelará hacia abajo los estándares de ambas regiones.
Los detractores del acuerdo exigen que se mantengan los estándares actuales en materia de derecho laboral o medio ambiente. Miles protestaron el pasado sábado en Alemania contra el TTIP, aprovechando la llegada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Entre tanto, la UE acabó ya la negociación de otro tratado similar con Canadá. El llamado Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA, por sus siglas en inglés) se considera un modelo para el TTIP y terminó de ser estudiado en febrero.
La Comisión Europea publicó ya el texto final del acuerdo, que aún debe ser aprobado por el Parlamento Europeo para pasar luego a ser debatido y ratificado por los parlamentos nacionales de los países miembros.
Samuel Bello
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Kai Pfaffenbach.
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