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Este martes lanzaron entre seis y ocho cargas explosivas caseras contra la Brigada 18 del Ejército, en el noreste de Colombia. Según el general Alberto Mejía, comandante del Ejército, el ataque no dejó muertos y fue perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los artefactos, lanzados desde un camión mediante un sistema de propulsión, ocasionaron la incineración de dos vehículos y daños en ventanales, aunque ningún militar sufrió heridas.
«Es un atentado que muestra la mentalidad de este grupo terrorista. Mientras el Gobierno le tiende la mano para un diálogo, la respuesta es con tatucos (explosivos caseros)», dijo Mejía en declaraciones a estaciones de radio.
El jefe militar aseguró que el ELN «está debilitado», pues en el último semestre las autoridades han logrado restarle 550 miembros, entre capturas, desmovilizaciones y muertes en combate. «Estamos actuando contra este grupo (…) Se ha venido afectando, es un franco proceso de debilitamiento y es un grupo que tenía más de 5 mil integrantes, ya está por los mil», expresó.
El primer mandatario, Juan Manuel Santos, le exigió el sábado al ELN que libere a las personas que tiene secuestradas y afirmó que a ese grupo «lo está dejando el tren de la paz«, pues pasa el tiempo sin que comience un proceso de negociación con el Gobierno.
Amanda Gómez
Con información de dpa.
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