Tratar de manera prioritaria los cambios en la personalidad de la víctima de un robo servirá para que no se afecte su estilo de vida
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DOBLE LLAVE – Ser víctima de un robo es una situación a la que miles de jóvenes están expuestos en la actualidad, sus consecuencias tanto físicas como psicológicas pueden afectar el estilo de vida si no es asimilado de manera adecuada.

La psicóloga Jacquelinee Rojas, coordinadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Privada del Norte (UPN) explica que el mayor problema que afecta a las victimas después de un robo y que puede durar semanas e incluso meses son las fobias.

“El estrés, ansiedad, miedo, tristeza y sentido de culpa, son las consecuencias más comunes y la duración de las secuelas depende de la situación vivida; una persona puede desarrollar patologías psicológicas como: fobia social, depresión y estrés post traumático”.

Cuando los más jóvenes son robados suelen cambiar sus acciones cotidianas, ante estos casos hay que estar atentos, para brindar ayuda. «Los cambios que los padres pueden notar en sus hijos son: irrupción de su rutina diaria, repentinos lamentos e hipersensibilidad en sus interacciones, dificultad para dormir, evitar conocer nuevas personas y cambios repentinos en sus hábitos alimenticios».

La especialista aconseja que después de un robo, se trate de mantener la calma y considerar que la vida es más importante que los bienes materiales.

Para una mejor tolerancia la Psicología, recomienda buscar espacios para hablar sobre la experiencia, desarrollar una nueva rutina diaria en compañía de sus seres queridos e identificar formas de prevenir futuros robos considerando la experiencia vivida.

Angel David Quintero

Con información de rpp.

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