DOBLE LLAVE – De acuerdo con una investigación realizada por investigadores belgas de la Universidad de Lieja, el confinamiento social producto del COVID-19 generó una alteración de las rutinas del sueño debido a la falta de actividad y uso excesivo de dispositivos tecnológicos.
La neuropsicóloga, Fabienne Colette, afirmó que las personas ahora pasan “más tiempo en la cama“, pero eso no significa la existencia de un mejor descanso.
Al menos un 70 % de los participantes en el estudio de los expertos indicó que, su sueño se redujo durante el confinamiento, mientras que 54 % afirmó que sufrió fatiga física. Además, destacan el solapamiento de las tareas domésticas con las profesionales, entre las que está el cuidado de los hijos.
“Los estudios demostraron que las videoconferencias agotan mucho. Es agotador verse en la pantalla, debido a que el cerebro no está acostumbrado. Hay un desfase porque las personas no se miran a los ojos”, explicó Colette.
Atendiendo a una perspectiva de género, el estudio subrayó que, el aumento de la carga mental fue más pronunciado entre las mujeres. El grupo mostró peor calidad del sueño y sentimientos más estresantes.
La mayor carga de trabajo doméstico que suelen soportar las mujeres, las sitúa en una posición más compleja de tratar, apuntó Colette.
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Gabriel Velásquez
Con información de agencias y medios internacionales
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