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DOBLE LLAVE – Casi cuatro mil migrantes ilegales que permanecen en el noroeste de Colombia tras el cierre de la frontera con Panamá ordenado por el Gobierno de ese país desde mayo pasado, estarían a punto de generar una emergencia pública en la región, informaron este lunes autoridades locales.
La Alcaldía de Turbo, municipio del departamento de Antioquia (noroeste) desde donde los extranjeros cruzaban hacia Centroamérica, indicó que no cesa la llegada de migrantes, en su mayoría de nacionalidad cubana, y advirtió que el poblado no estaría en las condiciones de atenderlos.
El alcalde del municipio ubicado a 487 kilómetros al noroeste de Bogotá, Alejandro Abuchar, detalló que 300 de los migrantes permanecen en un recinto municipal, en donde reciben atención humanitaria, mientras que el resto ha encontrado viviendas y habitaciones en renta en la localidad.
Sin embargo, Abuchar afirmó que, ante la eventual llegada de más migrantes en los próximos días, se deberá declarar la emergencia pública con el fin de que el Gobierno nacional brinde apoyo económico para responder a las necesidades de los extranjeros.
«La verdad es que no hemos recibido ayuda del Gobierno y por ello estamos pensando en declarar la emergencia pública, para que éste disponga los recursos que se requieren para atender esta situación», señaló en diálogo con la emisora Caracol Radio.
Asimismo, el mandatario local mostró su preocupación por el nacimiento de varios bebés en condiciones difíciles en el interior de los albergues, y aseguró que otros migrantes han seguido su camino hacia Panamá, México y Estados Unidos por pasos irregulares en los que ponen en riesgo sus vidas.
En 2015 fueron encontrados en esa zona del Caribe colombiano más de 600 migrantes indocumentados, mientras que en toda Colombia la cifra ascendió a 8.855 personas.
Samuel Bello
Con información de dpa.
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