Por sus propiedades eléctricas y térmicas el material es analizado para aplicarse en almacenamiento de energía
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DOBLE LLAVE – Científicos del Centro de Investigaciones en Óptica en México desarrollan actualmente celdas solares orgánicas a base de grafeno, buscando una mayor conversión de la energía solar a energía eléctrica y además una mayor estabilidad estructural de las mismas.

Estas, a diferencia de las celdas basadas en silicio, serán fabricadas más ligeras, semitransparentes, flexibles y mucho más económicas.

El grafeno es una lámina de átomos de carbono con solo uno de espesor,  los átomos se entrelazan en una red hexagonal similar a un panal de abeja. Es flexible, por lo que puede enrollarse para formar nanotubos, doblarse para crear fullerenos o empaquetarse para constituir grafito.

Este nanomaterial es cien veces más resistente que el acero, es muy buen conductor de electricidad, es más ligero que el aluminio, pero además es muy flexible; tiene una transparencia de casi 98 por ciento y es un excelente conductor térmico. A partir de su descubrimiento en 2004 ha revolucionado la industria de la microelectrónica al utilizarse de manera alterna el silicio en computadoras, pantallas táctiles, teléfonos celulares y cámaras fotográficas, entre otras múltiples aplicaciones industriales.

Ninoska Moncada

Con información de Conacyt

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