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El día jueves el tribunal de sentencia de Paraguay reanudó el juicio oral y público, aplazado antes nueve veces, en la que se sentenció a los 12 campesinos acusados por la denominada «Masacre de Curuguaty» y se les negó la libertad ambulatoria.
Los jueces indicaron que el pedido por parte de la defensa era inadecuado, ya que contaban con prisiones alternativas como la prisión domiciliaria.
Los sentenciados están siendo acusados de haber provocado los confusos incidentes que terminaron con la muerte de 11 campesinos y seis policías en junio de 2012. Los acontecimientos tuvieron lugar en un establecimiento rural que era habitado por campesinos sin tierra, quienes se enfrentaron un una patrulla policial que llegó al lugar para realizar una inspección. Dicha propiedad aún se encuentra en disputas entre particulares y el Estado.
Uno de los incriminados es acusado por «frustración penal» ya que intentó auxiliar a uno de los heridos; dos son culpados de «invasión de inmueble y asociación criminal» y nueve por «invasión de inmueble ajeno, asociación criminal y homicidio doloroso en grado tentativa».
Como consecuencia, el Congreso de Paraguay realizó un juicio político al presidente constitucional del momento Fernando Lugo y lo destituyó, asumiendo el cargo el vicepresidente Federico Franco hasta las siguientes elecciones realizadas en abril de 2013.
BB
Con información de dpa.
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