Estudios indican que desde mediados del siglo XX los índices de estrés en la población infantil crecieron significativamente
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La ansiedad es aquella patología que induce a una persona a estados profundos y constante de estrés físico o emocional, y que en muchos casos puede derivar en depresión. Si se analiza brevemente el entorno, el estilos de vida y la cotidianidad, comprobaremos que buena parte de las exigencias y estímulos a los que estamos expuestos favorecen tajantemente la generación de ansiedad.

Dos estudios cuyos resultados fueron incluidos en la edición decembrina del Diario de Personalidad y Psicología Social de la Asociación Americana de Psicología (APA) advierten que los niveles de ansiedad entre la población infantil se incrementaron de manera significativa desde mediados del siglo XX. Incluso se determinó que la ansiedad creció a tal ritmo que desde la década de los 80 el promedio de ansiedad en un niño era mayor a aquel que en 1950 ameritaba someterse a tratamiento psiquiátrico.

Pero lo peor es que, esta tendencia lejos de revertirse está intensificando, lo cual sugiere que en la actualidad un niño está expuesto a niveles de ansiedad que hace apenas unas décadas hubiesen calificado como insólitos. Además, la ansiedad tiene múltiples implicaciones que son altamente nocivas para la salud.

Al respecto Jean M. Twenge, doctora en psicología por la Case Western Reserve University, advierte que los resultados del estudio sugieren que los casos de depresión seguirán incrementándose en las próximas décadas, pues la ansiedad tiende a predisponer a las personas hacia este padecimiento.

AW

Con información de Pijama Surf.

Fotografía Gettyimages.

 

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