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Este lunes, la ONU informó que se registraron disparos con misiles en el norte de Siria que “mataron cerca de cincuentas civiles, incluidos niños” y causaron varios heridos al menos en cinco instalaciones médicas y dos escuelas en Alepa e Idlib (norte).
Farhan Hag, portavoz de las Naciones Unidas, informó que el jefe del organismo, Ban Ki-moon, consideró estos ataques como “violaciones flagrantes del derecho internacional”. Por su parte el Gobierno de Estados Unidos condenó los bombardeos en el norte de Siria contra hospitales, uno de ellos de Médicos Sin Fronteras, y fustigó una vez más al régimen sirio y a su aliado ruso.
En tanto embajador sirio en Rusia atribuyó a Estados Unidos el ataque contra los hospitales. “En realidad, el hospital fue destruido por las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Las fuerzas aéreas rusas no están relacionadas” aseguró Riad Haddad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos señaló a Rusia como posible autor del ataque que destruyó el hospital de Maret al Numan, donde murieron entre siete y nueve personas. Médicos Sin Fronteras señaló un “ataque deliberado”, pero no se pronunció sobre quién pudo llevarlo a cabo.
Geraldine Puche
Con información de Agencias.
Fotografía REUTERS/Abdalrhman Ismail.
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