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El presunto autor de la masacre perpetrada el pasado miércoles en una iglesia afroamericana en Charleston, Dylann Roof, fue acusado hoy de nueve asesinatos, informó en Twitter la policía de esta ciudad del estado norteamericano de Carolina del Sur.
Roof será llevado ante un juez a las 18:00 GMT de esta tarde. El joven blanco, de 21 años, también es acusado de tenencia de armas para llevar a cabo un crimen violento.
Según algunos medios estadounidenses, Roof ya se ha declarado culpable de la matanza y alegó como motivo la intención de iniciar «una guerra entre razas», informaron los medios citando como fuente declaraciones de los investigadores.
Para los cargos de homicidio, el estado de Carolina del Sur estipula la pena de muerte, y la gobernadora de ese estado, la republicana Nikki Haley, se expresó en declaraciones televisivas a favor de que se le aplicara la pena capital al autor de la masacre.
El alcalde de Charleston, Joseph Riley, declaró por su parte refiriéndose a Roof que se sentía «agradecido de que esté tras las rejas» y que «nunca volverá a quedar en libertad».
Consultado sobre la pena de muerte, Ridley dijo que en lo personal se oponía a una ejecución pero que «si vamos a tener pena de muerte, este caso ciertamente la ameritaría».
Una imagen en la cuenta de Facebook de Roof lo muestra con una chaqueta con banderas de Sudáfrica y de la ex Rodesia, símbolos del movimiento supremacista blanco en Estados Unidos. Pero aún no está claro si el joven pertenecía a algún grupo de extrema derecha.
Las informaciones recogen también testimonios de amigos y parientes del acusado que aseguran haber notado en los últimos tiempos una actitud cada vez más hostil del joven hacia los afroamericanos.
Un amigo del joven declaró al diario «New York Times» que Roof había expresado en múltiples ocasiones sus intenciones de matar a ciudadanos afroamericanos y contó que con el dinero que le regalaron sus padres cuando cumplió 21 años se había comprado un arma de fuego.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó el jueves su consternación, su enojo y su tristeza por esos asesinatos que despiertan «preguntas sobre el lado oscuro de nuestra historia».
Además de hacer referencia al problema irresuelto de la creciente tensión racial en el país, que algunos medios califican como «terrorismo interno», el presidente volvió a criticar la laxitud de leyes sobre tenencia de armas que rigen actualmente en el país.
En Nueva York ya se incrementaron las medidas de seguridad en la iglesias que cuentan con una mayoría de miembros afroamericanos por orden del alcalde, Bill de Blasio, quien declaró que en Nueva York «no hay lugar para el odio».
Storm Roof había entrado en la noche del miércoles a la Iglesia Africana Metodista Episcopal Emanuel (AME), donde permaneció aproximadamente una hora antes de comenzar a disparar contra los feligreses haciendo al mismo tiempo comentarios raciales.
Un sobreviviente citado por el «Charleston Post and Courier» declaró que Roof le había dicho: «Ustedes violaron a nuestras mujeres y tomaron nuestro país. Es mi deber hacer esto».
LS
Con información pda
Fotografía REUTERS/POOL
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