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DOBLE LLAVE – Según datos de diversos sitios especializados la mayoría de los accidentes automovilisticos que se registran en España no son tan trágicos, 60% de los percances se producen a menos de 30 km/h. Si reducimos la velocidad a 20 km/h entonces el porcentaje de accidentes se sitúa en el 44,9%. Y a menos de 10 km/h el porcentaje es del 29,9%.
Es por eso que las aseguradoras centran gran parte de su labor de investigación en estudiar la metodología de reparación de los daños en vehículos, consecuencia de los accidentes a bajas velocidades.
Así ocurre en el Cesvimapen el que realizan pruebas de colisión con los vehículos más recientes y populares del mercado. Son los llamados «crash test».
Según Ignacio Juárez, director general de Cesvimpa, en este centro estudian el comportamiento ante un accidente de turismos, autocares, vehículos industriales y agrícolas y motocicletas. Las actividades del centro se orientan hacia personal de talleres, compañías de seguros, fabricantes de vehículos, peritos, gabinetes especializados en la reconstrucción de accidentes e investigación de incendios, profesores y alumnos de formación profesional, y universitarios.
Estas pruebas de impacto se centran en tres puntos:
- choque frontal con un obstáculo indeformable
- choque trasero con un objeto móvil
- eficacia de los parachoques para absorber impactos.
Después de cada choque, los técnicos del taller-laboratorio se encargan de peritar los daños sufridos por el carro (dañabilidad), proceden a su reparación y estiman los costes de esta (reparabilidad) en base al precio de los repuestos, las horas de trabajo y el conteo exhaustivo de cualquier pieza afectada.
La importancia de estos tests radica en que según sea el coste de reparación estimado, así se presupuestará el coste del seguro de cada auto.
Alejandra Watts
Con información de ABC.
Fotografía Gettyimages
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