En México, la herida está abierta y hay malestar ante la forma en qué se han llevado las acusaciones
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«No hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores«, dice Francisco en una enfática carta dirigida en 2015 a las Conferencias Episcopales. Se trata de un tema espinoso para la Iglesia católica. En México, es una herida todavía abierta.

El grupo de activistas Foro Oaxaqueño de la Niñez (FONI) exigió, en vísperas de la visita de Francisco, justicia para los niños y adolescentes que sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes en México. Su reclamo es que estos casos no queden impunes.

«El modus operandi de la Iglesia es claro: mantener el secreto, no denunciar, intimidar a las evidencias y cambiar de parroquia a los sacerdotes agresores», dijo Jesús Ramírez, portavoz del FONI.

La organización dice que en el estado de Oaxaca podría haber más de 100 casos de abuso a menores de edad perpetrados por sacerdotes a los que, señala, la Iglesia encubre.

De acuerdo con el ex sacerdote y activista Alberto Athié, Francisco no ha abordado el tema como debería. Para el activista, lo que debe hacer el Papa ante los casos de pederastia es simple: ejercer su autoridad en el Vaticano y acatar las recomendaciones emitidas en 2014 por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.

En ese año, el mencionado comité publicó un informe en el que condenó en duros términos a la Iglesia por la forma en que manejó el tema de los abusos cometidos por clérigos en Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Austria, Polonia, Australia, México, entre otros países.

«El Papa tiene la responsabilidad de escuchar a las víctimas y a sus familiares de forma directa», sostiene Ramírez. «Debe dejar de hacer caso omiso a las denuncias y sobre todo explicar cómo es que la justicia eclesial exonera de toda culpa a un sacerdote al que meses después la justicia civil encuentra con los elementos necesarios para aprehenderlo».

Varias víctimas de pederastia clerical en México han pedido reunirse con el Papa durante su visita del 12 al 17 de febrero. Una madre indígena oaxaqueña escribió una carta que será entregada a Francisco, en la que narra cómo hace cinco años un sacerdote cometió abusos contra niños de los pueblos zapotecas.

Samuel Bello

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.

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