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Serguei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, propuso este martes en la Conferencia de Desarme de la ONU negociar un tratado para evitar que los terroristas accedan a armas químicas, especialmente en focos sensibles como Siria e Irak.

Rusia ve un peligro creciente si extremistas del Estado Islámico (EI) u otros grupos terroristas en Siria se apoderan de armamentos que superen la preparación militar.

En 2013 se acusó al gobierno sirio de usar gas sarín en los alrededores de Damasco contra civiles. Sin embargo, Siria cedió a destruir todas sus armas químicas como gas mostaza para reducir los niveles de violencia.

No obstante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó en noviembre que se empleó gas mostaza en combates en el norte del país. Se desconoce quienes lo emplearon.

En Irak por su parte, las fuerzas de seguridad de la región autónoma kurda señalaron la semana pasada que estaban investigando otro ataque químico en el norte, perpetrado por extremistas del EI.

Yelimar Requena

Con información de dpa.

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