Seguridad ante la medicina estética
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DOBLE LLAVE – En las últimas décadas, la cirugía estética ha calado en la sociedad como una herramienta que aporta seguridad física y algo que cada vez se esta implementando en mayores proporciones, sin importar la edad ni el sexo de las personas, algo que a su vez da grandes aportes en la autoestima de quien decide cambiar su apariencia, por distintas razones.

La médica estética se fundamenta en la hipótesis de tratar a pacientes sanos con ciertas informidades o defectos que no ponen en riesgo su vida, pero sí su integridad emocional. Por lo tanto, esta herramienta de bienestar físico se respalda en un concepto que maneja la OMS, que indica que «Salud no es la ausencia de enfermedades sino el completo bienestar físico, mental y social».

Es importante destacar, que para ejercer la medicina en esta rama se estudia y trabaja para tener conocimientos previos, por lo tanto se debe cumplir con requisitos que avalen la calidad de la práctica estética, tales como, ser médico graduado de una Universidad, realizar estudios especiales en medicina estética (diplomado o especialización) y certificarse de forma puntual en las diferentes plataformas tecnológicas que se usan como mecanismos terapéuticos.

En la sociedad actual existe un concepto errado de esta herramienta cosmética, ya que muchas personas malinterpretan su finalidad y resultados: como el hecho de pensar que está exenta de riesgos, y sí los tiene, por eso la importancia de resaltar que quienes practiquen esta rutina quirúrgica deben ser especializados en el tema.

Consejos a seguir

La especialista Carmen Beltrán, en su intención de ayudar y aclarar dudas sobre los tratamientos estéticos a los que se opta por el bisturí, desarrolló una serie de técnicas y consejos prácticos que se deben tomar en cuenta a la hora de realizar cualquier intervención que busque embellecer las facciones naturales.

  • Previamente se debe exigir una consulta de evaluación en la que se determinen los tratamientos según el caso. Deberán facilitar al paciente una lista con los procedimientos, el orden y quién se encargaría en caso de realizar la operación.
  • Solicitar la lista de los riesgos posibles a cada tratamiento, y si requiere de preparación previa, cuál sería.
  • Es importante que se tenga conocimiento de los equipos o tecnología que ofrecen en centros de servicio, y si el mismo cuenta con el permiso adecuado para su uso. De esta manera, se evita que usen dispositivos de prueba, copias o de mala calidad en las operaciones, razones que generan lesiones como quemaduras, cicatrices, ceguera o perforaciones de órganos.
  • De igual relevancia es informarse si el tratamiento que plantean aplicar puede ser realizado por personal asistente (enfermera, cosmiatra o cosmetóloga) con supervisión del médico. Esto incluye a los procedimientos de depilación láser o con IPL’s, ya que suelen ser realizados por personal no médico, con un entrenamiento muy básico y sin supervisión del profesional.
  • Cuando se trate de colocación de medicamentos, se debe exigir ver el envase o la ampolla y que la preparen delante del paciente. Leer la etiqueta para verificar que está aprobado por los entes sanitarios y que no está vencido.
  • Por último, corroborar que el profesional de la salud del centro o consultorio está acreditado como médico general y para ejercer la medicina estética, ya que ser médico no es suficiente aval para dedicarse a esta área.

Cuando se acude a cirugía estética es para mejorar una parte del cuerpo con la que no se está conforme, o porque alguna complicación lo amerita, por eso se debe tener en cuenta que la prevención ante este hecho es indispensable. La seguridad del paciente está por encima en todo momento.

Angélica Rodríguez.

Con información de Nota de Prensa.

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