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Quizás en algún momento puede que te hayas sentido asfixiado o ahogado, sufres del corazón o en alguna ocasión tuviste problemas a la hora de controlar la hemorragia de alguna herida.
Estas son 3 situaciones distintas por la que puedes llegar a pasar y es mejor saber qué hacer.
Asfixia o ahogo
Si algo bloquea las vías respiratorias, el reflejo natural de una persona es la de toser. En la mayoría de los casos esto funciona. Y si se hace inclinando el cuerpo con la cabeza hacia abajo mejor.
En uno mismo se puede hacer de la siguiente manera.
- Empuñar la mano y colocar el pulgar debajo de la parrilla costal y por encima del ombligo.
- Sujetar el puño con la otra mano y presionar en el área con un movimiento rápido hacia arriba
- También se puede apoyar sobre el borde de una mesa, silla o baranda y empujar rápidamente la parte superior del vientre, contra el borde.
Hemorragia.
Dependiendo de dónde se encuentra la herida, la sangre puede salir a borbotones a gran velocidad, por lo que se necesita actuar con rapidez para detener la pérdida de sangre excesiva y la pérdida del conocimiento.
- Lo primero que hay que hacer es presionar la herida impidiendo que salga más sangre.
- Si la hemorragia afecta a una extremidad, ésta debe levantarse.
- Si la hemorragia no cesa se puede presionar la arteria afectada para impedir el paso de la sangre hacia la herida. Pero esto sólo si se tienen los suficientes conocimientos.
- En casos extremos se puede aplicar un torniquete.
Problemas del corazón
En caso de dolor en el pecho, después de llamar a una ambulancia,24 lo primero sería masticar una aspirina si no es alérgico a esta medicina, esto funciona más rápido que si se traga entera y acostarse con la cabeza y los hombros ligeramente elevados.
La aspirina reduce la velocidad de coagulación de la sangre, por lo que se evita que los coágulos que ya se han formado se hagan más grandes y de esta manera se reduce la posibilidad de que se produzca un ataque al corazón.
PAB
Con información de BBC
Fotografía de Gettyimages.
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