Refrescar los ambientes y despertar los sentidos
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DOBLE LLAVE – En el trópico llueve y escampa, pero el calor siempre está presente, a menos que se viva en regiones altas como Mérida en Venezuela o Bogotá en Colombia.

Para vivir en esta parte de la tierra hay que adecuarse a su ritmo y a sus condiciones. El calor puede hacerse amigable así como el invierno y el frío tiene también sus pros y contras.

Es un asunto de generar sensaciones que ayuden a sobrellevar las condiciones del clima.

Aunque parezca muy loco, todo entra por los ojos: el amor, la comida y también la sensación térmica y por eso el entorno donde te desenvuelves es vital para domesticar al calor del trópico o el ardiente verano de las zonas donde se manifiestan marcadamente las cuatro estaciones.

Para darle frescura a los espacios del hogar acudiremos al truco utilizado por la legendaria Carmen Miranda, a quien los más entrados en años recordarán, y nos apoyaremos en la sensación que genera la presencia de las frutas.

¡Ojo! No se debe transformar la casa en una hacienda frutícola perenne, pero trabajar en los espacios vacíos añadiendo aromas y tonalidades atadas a colores como el verde manzana, nos dará un aire interno con sensación de exteriores.

Debemos empezar a dar alegría a la casa y así conseguir la frescura, por lo que debemos tomar en cuenta los cítricos, que también suelen ser los frutos más pequeños, para evaluar dónde podemos ubicarlos mejor.

Si del cielo te caen limones

Muchos dirán que los limones solo sirven para hacer limonada y darle sabor al pescado, pero quienes saben de decoración dicen que es hora de aprovecharlos en forma de ramo detrás de la puerta, esparciendo un aroma fresco cuando se abre y se cierra; es lo que opina uno de los asesores en decoraciòn y diseño de interiores de FinishBuild.

Los colores de las ya conocidas flores pueden ser sustituidos por frutas. En ese mismo recipiente, un florero grande, lleno de frutas coloridas, dará tacto al frescor que usted busca y que se materializa cuando sus manos hacen posible un anhelado bocado, además de sano suculento.

Generalmente se tiene una cesta o un tazón de fuente en la cocina que, lleno de frutas, puede ser una manera muy eficaz para lograr ese toque fresco, con buen uso práctico. Una bandeja de diseño minimalista y unos limones son perfectos, un excelente ejemplo, para el color mencionado y olor de la cocina.

Los frutos cítricos dan sensación de frescura y un aroma refinado.

Pero si se quiere y nos atrevemos a ser más creativos, colguemos la cesta con frutos como mandarinas, naranjas, toronjas y bananos que te darán dinamismo y la oportunidad de dar a tus invitados la sensación de tomar de la propia planta esa fruta -no prohibida- que brinda el anfitrión.

Como usted ve, hay muchas opciones para que la naturaleza no esté alejada y como si viviéramos en el Edén mismo, tener una fruta al alcance de nuestros dedos definitivamente lo cambia todo.

Redacción DOBLE LLAVE / Con nota de prensa.

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